El dolor de brazo...

   Ay señores, que he estado mala.
Pero oigan, muy mala. Casi voy a urgencias y todo.
Sí, sí, casi. Es que las urgencias de los hospitales y yo somos incompatibles. Como todos, dirán ustedes. No. Yo más.
   Resulta que me desperté el viernes con un dolor en el brazo que se extendía por el hombro y me impedía moverlo. Y sobre todo sentía mucho dolor. Y yo soy alérgica al chocolate, los frutos secos y el dolor. Como todos, volverán a decir ustedes. Sí. Pero yo más.
No pasa nada, me dije autoconvenciéndome, ahora te haces un café y se te pasa...(a mi entender el poder curativo del café es directamente proporcional a cualquier remedio curativo en pastilla)...
Aaaaay señores...un café y se me pasa?...si no podía levantar el brazo para coger el tarro de las cápsulas de Nespresso, vamos, pero ni levantarlo, ni extenderlo, ni nada... Ay qué dolor..., ay que no podía...y yo queriendo cogerlo para demostrarme que ese dolor no era nada, que el dolor no existe, que...aaaaay...no señores, ya les digo yo que cuando les suceda algo así no se quieran demostrar nada. Se me saltaron las lágrimas y todo...
Cómo?, que si lloraba por dolor o por no llegar al bote del café?...(                    )....por el dolor. El dolor de no llegar al café podía ser subsanado con la otra mano.
   Y entonces hice lo que se hace ahora. Puse que sentía dolor extremo en el hombro y el brazo en facebook y que quería una solución.
Claro.
Porque en el fondo, (de la profundidad), todos tenemos un médico dentro. No, no, no se equivoquen. Yo sabía la solución. Pero antes de tomarla quería barajar otras opciones.
"A urgencias", dijo M. Ven?...ese era el camino que NO quería tomar. Pero entonces lo arregló mi amigote A con su gran comentario, "tómate un Martini". No les digo nada y se lo digo todo. No, no me pregunten qué clase de amigos tengo. Luego ya me abrió un chat y privadamente me dijo que marchase a urgencias. "Ese plan no lo veo muy viable", le dije. "Mujer, continuaba él, al menos allí te lo miran y lo más que pueden hacer es pincharte un relajante muscular".

 Sobra decirles que ya había ido a urgencias. Pero vamos, ido y vuelto en un segundo. Porque si no es estrictamente necesario, a mí que no me pinchen.
"Si no quieres ir, ponte calor en el hombro y si no se te pasa en un par de horas vete a urgencias". Y yo, "no, que me pinchan en el hombro"...así...que se note que una es super adulta.
   Hice lo que mi amigo me dijo, pero el dolor no menguó en absoluto. Aaaaay qué dolor señores, se lo había dicho?. Y yo sin poder moverme...y no hay nada más peor que...,sí, he dicho nada más peor,...que no poder hacer algo para querer hacerlo a toda costa. Ante la imposibilidad de movimiento, sólo deseaba querer moverme. Y no podía.
Y no iba a ir a urgencias. Porque señores, ir a urgencias es el último recurso. Por delante estaba mi convencimiento absoluto de que en unas horas el dolor se habría pasado.
Un hecho que mi amigo R no compartió en absoluto. "Ha sido en el brazo izquierdo y aún no te has ido a urgencias?..."...y ya saben que una no es dada a imaginar catástrofes pero conforme dijo eso empecé a imaginar. E imaginar no es bueno señores. No en estos casos.
"No vuelvas a hablarme hasta que hayas ido al médico", me dijo. Y yo con cara de...oooooooj...de verdad que lo odio cuando se comporta como los niños. (No, como yo no, como los niños. Yo me comporto como una persona que tiene miedo a los pinchazos).
   Al final fui a urgencias.
Un día les contaré otra anécdota de las urgencias. Hoy sólo les diré que la del viernes fue una visita muy breve...que siguió más o menos este pequeño guión...
"Dónde le duele?", "en el hombro...a ver si me lo he sacado del sitio...", "señorita, si tuviera el hombro fuera del sitio el dolor sería insoportable", (y quién le había dicho a él que ahora no lo era?)..., "ay no me haga daño...ay, ay, ay, ay...", "tiene inflamado el músculo, puedo pincharle nolot...", "no, no, no, no, no, pinchar no", "bueno...si no quiere que le pinche, puedo darle pastillas, me disculpa un momento?..."...
Huuuuum, me decía yo misma mientras esperaba, los médicos nunca tienen nada que ver con los de "Anatomía de Grey". Se dan cuenta no, señoras?...NUNCA son como los de "Anatomia de Grey"...

Porque si lo fueran...todo sería mucho más fácil, agradable y bonito para todas nosotras.

Se dan cuenta de cómo sería no?...
Una llegaría al hospital, con su urgencia, aparecería un médico así y de manera momentánea nos daría un mini infarto y mientras revivimos de nuestra propia estupefacción, nos preguntaríamos si eso es real. (Eso el médico. La urgencia por descontado).
Y el médico, "qué le sucede?", y nosotras, "no lo sé, me va a tener que hacer pruebas porque me duele...", "dónde le duele?", "por todas partes, pero no me deje sóla por favor, usted no me deje...".
Ven lo que sucedería no?...se colapsarían las urgencias de ese hospital, todas estaríamos enfermas constantemente...aunque importaría poco porque viviríamos en un mundo paralelo donde los médicos son prácticamente modelos y...
   "Señorita. Señorita...le traigo sus pastillas".
   "Eeeeeh, digo volviendo a la realidad,...sí, sí, las pastillas".
   "Una cada seis horas y si en dos días no se le ha pasado vuelva, tendremos que darle algo más fuerte...ah señorita, y si estoy yo de guardia tendré que pincharle, se lo advierto..."...
Lo miro disgustada y me voy acelerando el paso antes de que cambie de idea y decida pincharme hoy....huuuuum....esto en la tele no pasa...
Voy a llamar a R para decirle que salgo del médico...que puede volver a hablarme...si es que...luego dice que el adulto es él...


Fotos:
Jesse Williams
Patrick Dempsey
Eric Dane

(01.11.13)