viernes, 30 de diciembre de 2016

A por el 2017...

   Señores...
el año se termina, por fin.
Llegados a estas fechas, todos hacemos balance, mental, escrito, con fotos, de lo que ha sido nuestro año y por supuesto, como comprenderán, yo no voy a ser menos.
   Mi año...mi año podría calificarlo como neutro. Ni bueno ni malo.
Tal vez malo porque he estado poco a su lado. Les abandoné a casusa de mi fallido ordenador, les dejé un poco de la mano porque tal vez me abandonó el ordenador y me abandonó el "ingenio", por decirlo de algún modo, si es que de vez en cuando lo tengo...me abandonaron las manera de contarles las cosas...sabiendo como sé, que no necesitan de mis historias para vivir, aunque a veces les hagan sonreír un poco...
Tal vez bueno porque profesionalmente di un paso que tiempo atrás deseaba.
Pero como con todo, a veces lo bueno es justamente no conseguir aquello que deseamos. Una contradicción verdad?...
   Ya que estoy haciendo balance, no puedo más que decirles GRACIAS...porque aun estando poco, han venido a verme cuando me he pasado por aquí.
   Gracias también a mis amigos por, un año más, aguantarme, vivir y convivir a mi lado. Por estar conmigo en las alegrías y en las penas, por hacerme reír y estar a mi lado cuando he llorado.
Gracias al destino que nos pone a personas nuevas en nuestro camino y que aunque no entendamos, igual que nos pone, nos quita.
   Gracias a ti. Mi propio Mr. Big.
Tú, que siempre estás. Mi edificio Chrysler. Mi apoyo en muchísimas ocasiones. La persona que en los momentos de pánico me hace reír. Y en los que no son de pánico también.
Este año quizás lo recuerde con cariño por alguna que otra cosa, entre ellas que te dije te quiero.
Porque lo necesitaba, porque te lo debía y sobre todo porque me lo debía.
Porque si algún día dejas de ser mi propio Mr. Big, mi edificio Chrysler, (bueno, seguramente eso no pase)...nunca podré decir que no te lo dije a viva voz. Porque tal y como tú dices, te lo digo muchas veces.
   A menos de 48 horas de que el año se acabe, puedo decir que tengo ganas de que eso suceda. Tengo tantas que casi corro más que los días.
Casi como esperando que el próximo año que va a empezar, me vaya a traer todo aquello que este no me ha dado, me vaya a devolver todo lo que este me ha quitado.
Una gran responsabilidad para el nuevo año no creen?...
Bueno, también dicen que la esperanza es lo último que se pierde...no vamos a empezar un año pensando negativamente no?...
   Así pues sólo me queda decirles que confiemos en que el próximo año vaya a ser mejor que el que dejamos, que les venga lleno de alegrías, que las tristezas que tengan que tener sean pocas y que lo pasen en la mejor compañía posible. Dejen atrás todo lo malo y céntrense en lo bueno.
   Yo?...yo voy a hacer lo mismo que les he dicho a ustedes, confiar en que el próximo año va a ser mejor, va a estar lleno de alegría, voy a desear que las tristezas que tenga que pasar, sean pocas y por supuesto, voy a procurar pasarlas con la mejor compañía posible.
Voy a disfrutar lo máximo de cada pequeña gran cosa, voy a procurar aprender a que lo no relevante me resbale, a saber diferenciar lo importante de las payasadas de las personas que necesitan hacerte pequeña para ser grandes...sin saber que eso dice más de ellas que de nosotros...
   A ti te voy a seguir queriendo, porque hace años que no sé hacerlo de otra manera...jajaja...eres un gran mejor amigo.
   Señores, gracias.
Que su entrada de año sea estupenda, recuerden la ropa interior roja y todas esas supersticiones divertidas que nos acompañan, que seguramente no valen para nada, pero divierte hacerlas.
Yo este año voy a tener un puñado de lentejas en la mano. Como no me las podré cenar...
Quién sabe...puestos a las supersticiones varias...a lo mejor me acercan a mi adorada Italia...
Feliz año, a por el 2017!!!


 


30-12-2016

lunes, 12 de diciembre de 2016

El dentista...

   Señores, tenía que pasar, vengo del dentista.
Sí, no es algo que guste pero era necesario.
He ido para adquirir un compromiso a largo plazo. Con la dentista. O sea, no con ella, con él.
Con el aparato que me ha puesto en los dientes.
   Cómo nos cuesta ir al dentista eh?...en todos los sentidos digo...
A mí me cuesta pues mucho...porque los aparatos que tienen allí dan miedo y si además han de pincharme, más. De hecho yo pido anestesia para la anestesia.
Esta vez no ha hecho falta, porque sólo era colocar la ortodoncia, pero ya me ha dicho que cuando me la quiten, dentro de muchos meses aunque ella dice que no son tantos, tendrá que quitarme las muelas del juicio.
Las del juicio saben?, ya tenía poco y me lo quieren quitar...mal vamos...Entonces sí que hará falta anestesia para la anestesia e incluso llamar a algún adulto que ponga algo de tranquilidad en ese día...
   Pero yo esta vez iba muy tranquila, así soy yo, que cuando sé que no va a doler voy con calma, serena, relajada y llegando tarde.
Que no fue culpa mía, es que tenía que llevar la moto al mecánico porque se ha quedado sin batería y tuve que sacarla del garaje arrastrándola que me tocó llamar al portero, porque no pude ni dar dos pasos seguidos por la rampa de salida porque conforme subí, la ley de la gravedad me devolvió a mi sitio de origen.
Así que subí a pedirle ayuda al conserje, un señor muy majo, enseguida se puso detrás de la moto a empujar y la sacamos a la calle. Luego quedaba lo peor, que era llevarla desde mi casa al taller.
Qué sudada...qué manera de empujar...que yo me daba ánimos a mí misma porque no sé ni como llegué al taller. Que hasta le mandé un mensaje a mi amiga E en plena agonía diciéndole, si no sobrevivo a este viaje de llevar la moto, os quiero a todos, dilo de mi parte, no vaya a ser que me de un mini infarto en el camino y no lo pueda decir yo.
Pero llegué al taller, porque soy muy aries y porque me tomo este tipo de cosas muy en serio y si digo que voy a llevar la moto, la llevo.
Entonces el mecánico me miró muy seriamente mientras yo recuperaba el aliento, la compostura y la vida y dijo, "pero cómo traes esta moto hasta aquí arrastrando?" y yo le dije, que no lo sabía, que sólo tenía claro que si quisiera podría tener un hijo porque nunca en la vida había empujado tanto.
El caso es que llamé al dentista para decirle que iba a llegar tarde porque primero tenia que pasar por casa para ducharme y cambiarme.
A lo que iba que luego dicen que me pierdo en los detalles y me disperso...
   Les decía que estaba tranquila, relajada, serena...pues como soy yo normalmente cuando el mundo no se empeña en llevarme la contraria, vaya.
   Llegué, enseguida me llamaron por mi nombre porque es una consulta muy familiar y porque soy inolvidable, me pasaron a la sala de espera e hice lo que se hace siempre en estos casos. Coger una revista que no lees, porque te dedicas a mirar de soslayo a las demás personas que están esperando.
Cinco minutos después, todo un logro, estaba en la consulta de mi nueva dentista favorita que se dedicó a hacerme unas fotos de mis dientes con una cámara con un flash extremadamente luminoso, mientras me decía, sonríe muy grande. Y yo pensando, hombre, puedo sonreír lo que me da de si la sonrisa, no soy el Jocker...
Una vez hechas las fotos, te sientan en la silla esta que es como de nave espacial pero con bandejas y una luz que te da en la cara y no favorece en absoluto. Te colocan una servilleta que enganchan con una cadena y ahí estás, con la boca abierta.
   Pero eso no es lo peor. Lo peor es cuando te dice, te voy a limpiar la boca y tú piensas, porqué si ya la traigo yo limpia de casa?, qué has visto?...te echan agua con el tubo este que es como una manguera venida arriba porque es un híbrido entre mini manguera y jeringa y para recogerla te meten el aspirador. Ese tubo flexible que aspira haya o no algo que aspirar, que por momentos se te escapa y que no para de hacer ruido.
   Una vez acabado el proceso de limpiar y recoger, viene el momento colocar los brackets.
Y este más que un momento incómodo, fue un momento comprometido.
Porque llegó la dentista y le dijo a su ayudante, "tráeme el abrebocas".
Y yo pensé, ya está. Ahora viene una señora que te ofrece el Neverfull de Louis Vuitton a mitad de precio y por tanto, te quedas con la boca abierta.
Pues no.
Resulta que es un plástico con dos dispositivos que se meten en la boca, que sujetas con los labios y que impiden que, como su nombre bien dice, cierres la boca.

Y cuando una está ahí sentada en la silla de la nave espacial con bandeja e instrumentos varios incorporados, con la servilleta enganchada con una cadena, con el abrebocas de plástico puesto, se hace la pregunta más normal del mundo...
"Cómo se me verá desde fuera?...y porqué no cierran la puerta de la consulta que pase quien pase me va a ver así?"
Así que yo, como tengo que responderme a todas las preguntas que me hago, quise verme reflejada en la lámpara incómoda. Incómoda la lámpara e incómoda la bandeja de instrumentos porque fui a moverla para verme y le di un golpe haciendo sonar todos los aparatos esos de tortura que tienen ahí puestos.
Que ustedes con toda la razón dirán, y porqué toca?.
Y yo con toda la mía, la razón, les diré...es que no acaban de leerlo?...porque tenía que mirarme...
   Minutos después de que la bandeja y el instrumental me delatasen llegó de nuevo la chica dispuesta a colocarme los brackets.
Llega y me dice, te voy a poner una cosa...
Me pone una especie de pegamento o yo que sé, le tira agua, aspira con el tubo aspirador, me vuelve a poner...chica!, si ya has puesto para qué lo quitas?, es que no servía?...
Y comienza, uno por uno a colocar en cada diente un bracket. Cuidadosamente y empujando para que quede perfectamente pegado y sujeto.
Empujando que yo pensaba, me vas a romper la pala y ya no habrá donde poner nada, se va a quedar vacío o me vas a poner el diente recto, una de dos...
Y otra vez en esta situación una se pregunta...me estará poniendo los brackets como yo le dije o los estará poniendo de metal como cuando tenía doce años?...porque como yo no he podido verlos porque estoy aquí tumbada que no sé si dormirme o si me voy a caer de la silla espacial...
En menos tiempo del que imaginaba ya los tenía todos colocados.
   "Ahora vamos a quedarnos así cinco minutos y ya hemos acabado".
Porqué se incluye en el vamos a quedarnos así si no es ella la que lleva el plástico ese...y porqué no hacen las sillas espaciales más cómodas?...no sé...es que son dudas que una le surgen mientras está esperando...
Después una breve explicación en cuanto a cuidados y poco más, que la historia ya me la sé de cuando me lo pusieron cuando era pequeña...
Dentro de dos meses, me los ponen bajo...
Habrán cambiado entonces la silla?...




12-12-16