miércoles, 28 de agosto de 2013

Cien.

   Cien.
Cien publicaciones son las que nos separan de aquella primera vez que me asomé por aquí...

   Cien pequeñas historias que he compartido con ustedes...cien anécdotas después, puedo decir que algo les he dejado entrever de mi...Si bien es cierto que una parte sigue escondida...parte de mi, de R, ha salido a la luz, invitándoles a conocerme un poquito.
Cien publicaciones y algo más de ocho mil visitas después, ööö, aquí estamos. Ustedes y yo.
   Cien es un número bonito verdad?. A dos pisos de culminar un edificio mítico, del que tanto les he hablado, un ansiado sueño, una visita a realizar, y que ojalá un día pueda contarles, más de cien veces te he pensado, sólo en los dibujos tiene cien patitas un ciempiés, seguro que me has escuchado cien confidencias distintas con un cafelito en tacita de plástico, sin ser cien los gritos que hemos dado, poco más de cien minutos dura mi película favorita, menos de cien pares de zapatos tengo, más de cien incursiones haría a tu corazón, son menos de cien los dramas que les he narrado, más de cien veces me han visitado en un mes...
...son muchos más de cien los besos que nos debemos, pero muchos más...
Naturalmente, pasan de cien las veces que he escuchado "My Way", "Cien años de soledad", menos de cien pisos tiene el edificio Chrysler, suman más de cien las canciones en mi Ipod, más de cien mil, son los litros de agua que caen cada hora en la Fontana di Trevi, muchas más de cien veces te pensaré, más de cien sonrisas, cien whatsapp al día?, con nuestra mejor amiga nos habremos tomado más de cien cafés, cien recuerdos o más, cien veces habremos visto nuestra película preferida, cien mil carcajadas que nos quedan por soltar, más de cien lágrimas vertidas, cien por cien tú, cien, un número que es la antesala de, quizás, demasiados dálmatas...
   Cien mil gracias...sus visitas y comentarios siempre me alegran el ánimo...gracias por permitirme colarme en sus vidas...por ver las cosas a mi manera...por hacerme siempre sonreír...por todo eso...gracias...
Espero seguir contando con ustedes...
Cien es un número que me gusta. Pero quiero más...



Ilustración, Jordi Labanda.

(01.07.13)

domingo, 25 de agosto de 2013

Estamos de vuelta...

   Señoreees!!!
Ya estoy aquí otra vez. Me han echado de menos?, ay, yo a ustedes también.
Están bien?, han disfrutado de sus vacaciones?, me alegro mucho.
   Yo?...(chasquido de lengua)...me alegro de que me lo pregunten, ya saben que no soy de queja fácil, pero drama. Claro. Ustedes lo saben, yo lo sé, todos lo sabemos.
No me voy a Menorca, señores. No me voy. Consternada me hallo. Como no me renovaron...no puedo ir. Como imaginarán, si a Menorca no voy, de Florencia ya ni hablamos.
Y hace tiempo oí en la tele que los parados también teníamos que irnos de vacaciones para desconectar. Lo decían unos psicólogos. (Cómo sufragar ese gasto no lo decían, eso sí). Y yo a los psicólogos los respeto mucho, porque siempre he querido estudiar psicología. Pues va mi jefe y no me renueva. Y ya sé que he dicho que la noticia hablaba de las personas paradas, pero hombre...todos sabíamos que cuando llegase septiembre nos íbamos a ir al paro...pues no seas egoísta y espera a septiembre para despedirme y que yo me pueda ir a Menorca...de verdad eh?, qué más te daba?...y como no ha sido así...pues no he podido irme.
(Aaaaah...que eso ya se lo había dicho antes...bueno, es que estoy consternada. Mucho. Digamos que mi grado de consternación es superlativo).
   El caso es que, en este asunto, además de mi jefe ha intervenido el destino. Esto es así. (Golpe en la mesa).
(Sí, me he puesto seria y todo...yo es que es hablar del destino y ponerme seria...).
Ha sido el destino. Ha sido...y quieren saber porqué?, pues se lo voy a decir.
Él, ("él", el destino), no ha querido que vaya por si me perdía. Y les diré una cosa, yo no iba a perderme. No iba a perderme en ningún sentido. Pero oigan, no pasa nada. Esto es como todo, yo voy a ir. Tarde o temprano voy a ir. Y sepan ustedes que no me perderé...ya lo leerán, ya...
   Y ustedes?, han viajado?, yo he estado en el chalet. Ay, tengo que decirles dos cosas, la primera es que este año he encontrado un bikini!!!, (bieeen), (sí, claro, como si fuese fácil, no recuerdan la odisea del año pasado?) y la segunda es que me he puesto morena.
Bueno...morena discretamente.
   Sí. Así se lo dije a mi amigo N.
"Tú morena?, acabáramos...ya se pierde todo...". "Bueno, es moreno así como café con leche"...(por no decirle, café "Linizio" de Nespresso y leche de soja)...
Lo sé...(pestañeo)...pero ustedes quiéranme tal como soy...(ay sí...como la peli de Bridget Jones...)... :D
   Es que, que yo me ponga morena, es algo inusual. Y claro, como mi amigo me conoció blanca y durante los más de quince años que nos conocemos eso no ha cambiado...pues se sorprende...
Es que yo tirada como un lagarto tomando el sol no puedo estar señores. Me aburro. Y me pongo nerviosa.
   No obstante, aunque no haya podido viajar, ha estado bien. Han habido muchos momentos divertidos y risas hasta caerse de una silla...
No, no, no he sido yo la que se ha caído señores...yo esas cosas no las hago...(yo hago otras)...
Verán...todo empezó una noche. Compartía copa y conversación con mi prima R y mi amiga V. Recuerdos, risas y anécdotas varias nos acompañaban en una de las terrazas, corría la brisa y la compañía era como la noche, perfecta.
Llegados a un punto, R empezó a desvanecerse ante nuestros ojos, deslizándose junto con la silla en la que por momentos se iba quedando atrapada.
   "Pero dónde vas?", le decía V..., "ay que me he quedado atrapada, ay...ayudadme...", decía.
Y yo lo intenté señores. Intenté levantarme, digo, pero no podía. Porque verla como se iba hundiendo poco a poco conforme las patas de las sillas se iban abriendo, era más de lo que podía soportar.
   "Para ya, le decía con un ataque extremo de risa, para ya que me voy a hacer pis de la risa"...(sí, señores, pis)..."Ay que no puedo, pero que me caigo"..."R, quédate con nosotros", le decía V.
Y ella insistiendo, bueno, más que ella la silla, en bajar hasta el suelo...
"Para por favor, para que me hago pis", volví a decir. Y ella, "que no, jajajajaja...ay que no puedo"...
Y pasó.
   Sí. No estoy orgullosa de ello señores, y se lo cuento como anécdota divertida porque es así lo que fue. Me hice pis. Me hice pis encima...no pude aguantar más la risa y me hice pis. 
Pero no crean que la cosa quedó ahí.
Porque cuando quiso levantarse del suelo, atrapada como estaba por la silla, lo que hacía imposible semejante labor, se dio cuenta de lo mio...y eso fue peor...
   "Aaaaah...gritaba señalándome y riendo a carcajadas...(carcajadas de las suyas, que suenan como..."aaaaah...kakakakaka....")...mira lo que te ha pasado...."...
(No, no me hacía falta verlo...ya lo "notaba")...y V desde la otra parte..."ay no...ay no puedo verlo...ay que yo hago pis por simpatía..."...(pis por simpatía...ahí queda eso)...
Lo ven?, para que vean que todas las calamidades no me pasan a mi...bueno...que mi verano ha estado muy bien aunque no haya habido viaje de por medio...que empezó con la boda de mi mejor amiga y siguió con momentos muy divertidos...
Un verano que un día empezó a pasar muy rápido, tal y como dijo A...y que, aunque dejó algún sustillo...también trajo alguna que otra alegría...
   Me alegro de volver a encontrarlos...


Ilustración, Jordi Labanda

(25.08.13)

miércoles, 14 de agosto de 2013

La inspiración perdida.

   Señores, estoy muy afectada.
Al igual que  Peter Pan, he perdido algo. Él perdió su sombra y yo he perdido mi inspiración.
Y eso es un drama. Para una aprendiz que juega a juntar palabras con sentido o sin él, eso es un drama.
   Y he intentado encontrarla, no crean, que le he preparado varios escenarios a ver si quiere volver conmigo...y nada.
He sacado mi portatil, le he preparado merienda para las dos...té, café, coca cola...y pasa, hace una breve parada y se vuelve a marchar con prisa.

   Lo comprendo, le dije, no quieres que escriba así. Está bien, escribiré como casi siempre...
Y he sacado mi libreta de folios blancos, en la que tacho y la letra se entiende...o no. La pluma que me regaló mi querida A..."...para que escribas con ella tus mejores historias.", me ponía en la tarjeta de regalo, "...ya sé que no es una Mont Blanc...", decía sonriendo mientras a mi me saltaban las lágrimas por la emoción... Y aún así, viene, aprobando la elección de la libreta, pero se va casi sin tiempo a poder hablarle.
   La he llamado sentada en una terraza, en mi habitación...y la muy traviesa se me aparece cuando no la espero, pillándome desprevenida. Y yo le hablo, fijando la vista en la lejanía..."ahora?".
"Antes llevabas siempre libreta y boli o la agenda encima R...ahora sólo el móvil, antes escribías hasta en servilletas de papel...", me dice en tono de reproche, marchándose después.

   Le he puesto hasta música en varios idiomas, español, italiano, inglés, francés...y viene el tiempo de oír alguna bonita historia de desamor francesa, sonríe, acaricia la pluma estilográfica dejando que corra la tinta por el folio en blanco, que por momentos se llena de letras, que con las prisas de escribir sólo entiendo yo, y después vuelve a irse.
   Y yo suspiro mirando al infinito, imaginándome en otro lugar, encontrándome de nuevo con ella. Miro la pluma, excavo en mis pensamientos...al final tacho repetidamente el folio y desisto, cojo el móvil y me dejo atrapar por la melodía que en una lengua que no es la mía, sale por los pequeños auriculares morados de mi Ipod.
   "Deja el móvil R", dice justo en el momento en que una nueva canción empieza. Una algo triste, asi que me alegro de que me haya interrumpido. "Has venido". "Claro, me has llamado".
No puedo más que mirarla pensando, sí, te he llamado muchas veces, pero no has querido quedarte...
"Crées que no quería quedarme?", dice ladeando la cabeza y sabiendo que me ha sorprendido que me lea el pensamiento... "No puedo escribir, inspiración. Y hago como antes, me pongo música, la libreta...y nada...".
Me mira dulcemente, ladeando de nuevo la cabeza, coge la estilográfica y la acaricia con un largo y fino dedo. "No la necesitas, dice. No necesitas una Mont Blanc para escribir.".
Voy a hablar, pero me detiene.
   "Tú no me has perdido a mí, te has perdido tú", dice. Mis ojos brillantes se entrecierran pensando que tal vez tenga razón.
"Deberías hablar de tus miedos...ya sabes...". Yo río y niego con la cabeza, asegurándole que no lo voy a hacer.
"Sí que lo haces R...siempre acabas escribiendo sobre aquello que más temes...pero no dejas que nadie lo lea...".
   Vuelvo a mirar al infinito, mientras en mi regazo apoyo la libreta, abro la pluma y nuevamente ella la toca, mientras el folio en blanco se llena de tinta en forma de palabras que forman frases que como siempre, tienen sentido o no y que con tachones y prisas, sólo entiendo yo...y tú, inspiración.
"Ya sabes de qué hablar?", "sí, hoy hablaré de ti", "ya no estás perdida?", "creo que no..."...


Ilustraciones, Jordi Labanda.

(12.08.13)