sábado, 27 de junio de 2015

Fofisanos

   Señores...ha pasado.
De la mano de la inminente llegada del verano, las visitas a la playa, el chiringuito, las cervecitas y los mojitos ha aparecido, o más bien reaparecido, una nueva figura. Y digo reaparecido porque nunca ha dejado de existir.
Cansados de cuerpos danone, metrosexuales, lumbersexuales, ahora ensalzamos una nueva figura.
   El FOFISANO.
Según los dictámentes de la moda, ahora las mujeres ya no quieren, o queremos, me incluiré que para eso soy mujer, a hombres con las barrigas con bultitos donde se consiguen las virutas para los helados, nada de hombres así...

















(Por cierto, un inciso con permiso de la moda para decir que God save David & Andrés...madredelamorhermoso).
   A lo que iba, que pierdo el hilo...
Que los hombres así ya no parecen motivar. Ahora lo que se lleva es el hombre fofisano.
Y qué es un fofisano?
Pues en español y en el resto del mundo en el que no hemos de inventar un término para algo que ya existe, es un señor gordito que disfruta de los placeres de alimentarse sin ir midiendo calorías. Que si le apetece una cerveza y una pizza se la come y si son dos cervezas, como si son tres.
Y después de eso se quedan tan contento y tan tranquilo.
   Se dan cuenta no?...
Digo si se dan cuenta de lo fácil que sería así la vida. Viviendo sin remordimientos alimentarios.
Ahí tengo que decir que ustedes saben gestionar esto mejor, señores. Para ustedes en ese sentido la vida es más cómoda. O la moda. O ustedes mismos, que están por encima de estas cosas que es como hay que estar.
    Señores, me encantan.
Señores ustedes, caballeros. Ustedes también señoras, pero ahora me estoy dirigiendo a ellos.
 Tienen esa facilidad para simplificar las cosas y si no que lleguen sus madres y lo encuentren/hagan todo, que nosotras, pues no tenemos.
   Ojo, que no digo que su vida sea fácil eh?, no se equivoquen, que tampoco lo será. Sólo que tienen esa facilidad para simplificar las cosas que en muchas ocasiones ya quisiéramos nosotras, o al menos yo.
Ustedes no verán a una señora con una pizza delante que no esté calculando la cantidad de calorías que está ingiriendo...(hablo de manera general y excluyendo a esa especie de personas que comen lo que quieren y no engordan)...
   Pero esto las señoras no lo tenemos tan asumido. Es una pena.
Una vez más, empezando por nosotras mismas y siguiendo por la moda, la sociedad o los cánones que se marcan o nos marcan y seguimos a rajatabla, nosotras nos preocupamos más por caber en una talla que por caber en nuestro propio bienestar.
Y sino, nada más tienen que ver cuál es el término para designar a las señoras que si nos apetece una pizza y una cerveza nos la tomamos y si son dos, pues dos...(aunque mentalmente sigamos contando las calorías...)...
Gordibuenas.
Porqué no podemos ser también fofisanas?, porqué gordibuenas?...porque aunque seamos "gorditas" somos buenas?, porque aún con ese "peso de más" estamos buenas? y no podemos estar buenas sin más?...
   Induscutiblemente esto es un debate que no acabaría nunca.
Qué es estar buena/o?, hasta que peso se deja de estarlo?, porqué nunca estamos contentos con nosotros mismos? y sobre todo porqué no aprendemos a estarlo de una vez?
Ese debería ser el propósito a aprender. Pero aprender de verdad...relajémonos nosotras mismas que también estamos fenomenales siendo gordi sanas fofi buenas o lo que sea.
Lo que sea que simplemente nos haga sentir bien con nosotras/os mismas/os, por encima de que una/o sea más flaco, más fofi o más gordi...
Al final...eso es lo único importante...
   ;-)


(27-06-15)
Fotos
Andrés Velencoso
David Beckham

sábado, 13 de junio de 2015

La obra...

   Señores, tengo que decirles que cuando vine a vivir a mi casa, las vistas eran muy bonitas.
Años después un señor arquitecto profesor de un amigo mío, decidió hacer una finca delante de la mía, privándome de las vistas y dejando a la luz su mal gusto para los edificios.
Que eso no es importante, fincas feas hay en todos lados, que te quiten las vistas pues bueno, es como el mal gusto de algunas personas para vestir, molesta pero te acostumbras.
El caso es que cuando crees que ya lo has visto todo, perdón, llegados a este punto quiero decir que yo expreso que la finca es fea porque la opinión sobre el gusto hacia la arquitectura es como el trasero, todos tenemos uno. Después quiero aclarar que como siempre tengo razón, la finca es fea y no hay más.
El caso es que les decía que cuando crees que lo has sufrido todo, hacen una obra faraónica en la finca.
Y cuando digo faraónica no estoy exagerando. Porque ya los conozco y están pensando, aaay que exagerada....NO.
La obra lleva en marcha dos años.
O más.
   Y antes no pasaba nada, porque como la finca es grande, me afectaba pero de lejos. Ahora no.
Ahora me afecta de cerca. Tan cerca que los tengo delante de mi ventana.
Resulta, según me han dicho, que la finca necesitaba de limpieza y reparación.
(Que yo no digo nada, pero mi edificio estaba antes y no se ha visto atacado por nada que haya tenido que incluir reparación. Reparación a ese nivel, me refiero. Claro que ya me explicó mi amigo el que le daba clase el arquitecto de la fealdad de edificio que los cimientos de mi finca son muy buenos. Que yo enseguida concluí que como yo... No, no busquen sentido, quédense con que soy buena...).
   El caso es que desde hace unos meses, las personas a las que nuestro balcón da a la finca vivimos en un drama.
Sí. Por fin puedo decir que mi vida y la de mis vecinos es un drama. Todos sabemos que la mía más, que no es que yo quiera ser más que ellos, pero ya saben que el peso de los dramas descansa sobre mi cabeza cual espada de damocles, cual Bridget Jones...
   Y es que una ya no sale al balcón como antes, con esa tranquilidad, esos pelos de recién levantada que en mi caso son ideales, no se vayan a pensar...porque el lacio deja de serlo para hacer unas ondas nunca vistas y que desaparecen en cuanto me despierto del todo.
Ya no salgo al balcón como antes a ver qué día hace porque sé que cuando salga los obreros van estar ahí. Y claro, salir salgo, pero como en los dibujos animados, saco sólo la cabeza con mis ondas al viento, sol o lluvia, según se tercie.
   El pobre edificio, que tiene como una tela a modo de capa amarilla. Una tela que quitan conforme van arreglando los bloques de viviendas. Que miren que no podían haberle puesto otro color que hiciera juego con el resto de cosas a su alrededor, pues no. Y ahora que está limpia no me gusta. Lo siento, no.
Porque antes, dentro de su fealdad sucia, su color era más bonito. Ahora está pálida, está como enferma.
Y además está llena de andamios. Que digo yo algo, si cae algún objeto de la finca...ha de protegernos la tela amarilla?, porque yo no la veo muy resistente. También he de aclararles que no paso cerca de los andamios.
Sí. En mi paranaoia interminable, temo que si paso cerca y cae algo me caiga encima.
Esto es así. Los accidentes pasan, en una obra hay muchos objetos y la gente a veces es muy torpe.
   Y de nuevo me dirán que estoy exagerando. Pues no.
El otro día estaba sonando en la radio de los señores obreros trabajadores Sweet child o'mine y se conoce que uno se puso a hacer de Slash y le cayó el zapato a la calle.
A ver, que yo lo sé porque un obrero le gritó a otro que le había caído, no crean que estaba en la obra. Que no estoy porque el casco de las obras no queda bien. Bueno, ni a mí ni a ellos, pobres.


   Pero estarán conmigo en que si le cae un zapato...le puede caer cualquier cosa...así que no, yo por debajo del andamio no paso.
   Eso sí, también tengo que decirles que no todo son dramas. No, todo no.
Sé que viniendo de mí no lo pueden creer, pero sí, todo no son dramas.
Los señores obreros trabajadores, que nada tienen que ver, creo, con el señor obrero trabajador de aquél anuncio de coca cola de los años 90 son lo único bueno de este contratiempo que ya dura demasiado.
   Digo que nada tienen que ver, porque ya tienen chispa sin beber coca cola. Hay uno...una gracia encima de él señores...se pasa el día cantando. Pero cantando lo que sea. Desde lo que ponen en la radio hasta lo que canta él.
Y canta lo que sea. Igual te canta una canción de Isabel Pantoja que te canta otra de Joaquín Sabina. Otra de las cosas es que cuando pasa una mujer le grita guapa.
Pero no un guapa normal, no. Uno de estos que te suben el ánimo para todo el día.
Tal como así...
                                        GUAAAPAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!
y así sí señores. Así sí.
Una mujer escucha, bueno una y toda la manzana, una mujer escucha algo así y de inmediato le sube la moral, le suben los colores y se le alegra el día por más triste que pueda tenerlo.
   Y es que un señor así no es un señor obrero trabajador cualquiera. Es un benefactor para el género femenino.
Señores así son un sí tan grande como sus gritos de guapa.
Así que dentro de todo, la molestia de estar escuchando desde las ocho de la mañana ruidos se lleva algo mejor...
   Y sí. Es que he pasado por la obra con el perro y me ha gritado a mí también... :-)



(13-06-15)

viernes, 5 de junio de 2015

No puedo escribir...

   No puedo escribir sobre el amor.
Puedo, pero no debo.
   Temo que si lo hago, vuelva a perderme otra vez en mi memoria que irremediablemente me lleva a ti.
Y no puedo hablar de ti.
Sólo eres mi pensamiento. Mi secreta ilusión que seguramente deja de serlo cuando te tengo delante. Mi hombre preferido.
Pero, si pudiera hablar de ti...


   Si pudiera hablar de ti diría que eres más encantador de lo que pareces.
Diría que cuando me acaricias me quedo sin aire. Literalmente.
Diría que cuando estoy contigo, yo soy yo. Y tú eres tú.
Diría que tus ojos marrón chocolate me atraviesan y que no puedo mirarlos fijamente mucho tiempo.
Diría que tu beso impulsivo me cogió desprevenida...(cosas de la impulsividad, diríais tú y tu racionamiento)...no esperaba ese "besote" cogiéndome la cara...pero repítelo cuando quieras...
Diría si me lo permites, que me volvió loca.
Diría que bajo tu brazo es donde mejor estoy.
Diría que para mi sorpresa, tienes mejor memoria que yo...


   Pero no puedo decir nada de eso...
No debo.
Porque tú eres tú y yo soy yo. Porque no somos nada, porque no somos algo.
   Aún así, si pudiera hablar de ti...
Diría que me encanta que me apartes el flequillo de la cara suavemente.
Diría que me encantas.
Diría que tus gestos espontáneos son los mejores...precisamente porque son eso...espontáneos...y son tú...
Diría que mientras hablabas te oía. No podía escucharte porque te acariciaba con los ojos mientras me ponía a tu lado y sonreía...
Diría que te habría comido a besos al despedirnos y que de nuevo tus ojos marrón nutella me atravesaron...
Te diría que hasta en la despedida hubieron risas...
Te diría que me vuelves loca.
Te lo diría, pero es lo único que sabes...




(23-01-15)