Resulta que se me ha pinchado una rueda del coche. Muy fuerte.
Sí, sí, ya sé que estas cosas suelen pasar, pero como a mí nunca me han pasado, me parecen muy fuertes tirando a super fuertes.
Les cuento, fui a coger el coche, lo saco de mi plaza y oigo un sonido como de "plof" o chapoteo de rana...bueno, ya saben ustedes que tipo de sonido...dejo el coche en otra plaza, bajo y ahí estaba la rueda, parcialmente deshinchada.
Efectivamente. Nos conocemos ya de sobra para que sepan que mi cara era una mezcla de desconcierto y asombro. Una expresión de...pero...?, pero porqué?...
Así que pasó lo que tenía que pasar. Que llamé a D.
Compañero infatigable de mil batallas, solucionador de pequeños dramas, acompañante de shopping, cocinero amateur, paladín de las tartas de chocolate, determinante a la hora de pasar buenos momentos y hacedor de mojitos.
Allí estábamos los dos observando la rueda, cual equipo del csi, con una mano tapándonos la boca y la otra sujetándonos el codo. Muy profesionales.
"Bueno, pues hay que poner la rueda de repuesto, coger la pinchada y llevar el coche a ver si pueden arreglarla. Vacía el maletero a ver si tienes rueda de repuesto. Ah, y tienes gato?"...
"Eeeeeh?"...
Pero qué decía señores, qué gato?...pero es que luego siguió...,"...has cambiado alguna vez una rueda?". Y yo mirándolo con cara de...
"Mira, si tienes hasta gato", decía D.
"Ah sí?...qué bien..."...mirada a la derecha, a la izquierda...(planta rodadora del desierto)...
Así que pusimos el gato, bueno, técnicamente lo hizo D, y empezó a subir el coche.
"Ahora hay que quitar las tuercas de la rueda", decía.
Y se creen que podía?, pues no.
Entonces una decide tomar cartas en el asunto.
"Voy a intentar aflojarlo yo dándole con el pie", dije. Y se creen que podía?, pues no. "...espera, insistí, me pongo de pie encima de la palanca", dije mientras ponía casi todo mi peso sobre ella, cogida al techo del coche. Nada.
"Ahora lo hago yo", intervino finalmente D.
Claro. Viendo que dejando caer mi peso, (que como han podido leer es poco, bien para el que tenga que sujetarme), la tuerca no se movió, decidió darle en plan patada.
Y entonces se hizo una pupa. Una mini herida...(para que vean que no soy sólo yo)...pero si lo hubieran visto...pobre.
Y yo, "tranquilo!!!, (mano en alto), que tengo un botiquín".
Entonces una saca un botiquín de un bolso que había en el maletero, (claro, un bolso para el botiquín), que por cierto estaba por estrenar, "mira, le decía, hay tiritas, tijeras para cortarlas, (tijeras que no cortaban ni el agua), tiritas ya cortadas, agua oxigenada y alcohol, trae el tobillo".
Y el pobre..."...alcohol?...voy a llorar..."...
No señores, no le puse alcohol en la pupa, pero por quién me toman?, le puse agua oxigenada después de torcer las tijeras intentando abrirla. Y luego dos tiritas. Una para la pupa y la otra para la tirita...(no sé señores, a mí me dijo pon otra y yo se la puse...además haciendo una X...).
Una vez curado, siguió quitando tuercas...y a cada pequeña sacudida para aflojarlas, el coche se movía levemente.
Entonces lo vi claro.
El gato no iba a aguantar el coche.
Se iba a caer.
"El coche se va a caer!!!, yo lo sujeto!!!!!".
Pues claro. Si digo que lo sujeto, lo sujeto. Allí estaba yo, sujetando el coche con fuerza, previa comprobación de que no me estaba manchando demasiado, para que no venciera. Ah, pero que hacía fuerza hacia atrás eh?, no se vayan a creer...
Y D mirándome muy serio. Probablemente pensando..., "...en serio?...casi no puedes con tu moto y estás queriendo sujetar el coche?..."...
Una vez quitadas todas las tuercas, colocó la rueda de repuesto.
La rueda de repuesto. La rueda de repuesto era muy pequeña señores. Yo no digo nada, pero era muy pequeña.
Y a mí estas cosas me generan mucha tensión, porque empiezo a pensar si la rueda aguantará hasta el taller donde he de llevar el coche o explotará a mitad camino. Lo sé, soy de pensamiento trágico fácil.
"Un pinchazo?, naaaaaaaah...deja el coche y esta tarde te llamo para que vengas a recogerlo. Dame las llaves.".
Y así sin más se marchó.
(Ni un papel, ni un comprobante, ni un "y cómo ha sido?"...).
"Pero el coche está en la calle de detrás...en segunda filaaaaa..."...dije un poco así al aire...
"No te preocupes".
Pero cómo no me voy a preocupar...que está en segunda fila...a que me ponen una multa?...
Tres horas después y mediante sms me avisaron de que ya podía recogerlo.
(Lo ven?, las personas ya no llaman...ahora te llama alguien y te extraña tanto que no sabes de qué hablar con él...o peor, hacen como yo, que el otro día me llamó mi amigo R y me puse nerviosa y le colgué...eso sí, luego le puse un whatsapp para preguntarle qué quería y porqué me había llamado...y va y me dice que quería oír mi voz...ustedes se creen?...luego me supo mal y le llamé yo, entonces me colgó él y me mandó otro whatsapp para decirme que no podía hablar en ese momento...que fuerte me parece todo...).
El caso es que allí estaba mi coche, aparcado en la puerta, con su rueda arreglada...y un Passat que me impedía salir...oooooj, ahora tendré que empujarlo, con lo que pesa ese coche.
"Te ayudo?", oigo a uno de los mecánicos
"A mover el Passat no, pero si me haces un poco de sitio para poder sacar el coche...es que está un poco justo y voy a tener que hacer un montón de maniobras...y he quedado como en media hora y sino llegaré tarde y luego dicen que siempre llego con retraso y...uuuuuh que pringue de haber empujado el coche, menos mal que llevo toallitas..."...
"No te preocupes, espera que voy..."...
"Valeee...si me haces el favooor..."...
;-)
Ilustraciones, Jordi Labanda.
(25.08.13)
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