lunes, 11 de febrero de 2013

Otro San Valentín...

   Señores, por si no lo saben, esta semana es San Valentín.
Debe ser complicado que no lo sepan, las tiendas se encargan, como les dije el año pasado, de llenarlo todo de amor comercial, y si no, seguramente su pareja habrá dejado caer algún comentario..., "...huy, fíjate, si el 14 de febrero está ahí al lado...huy que bolso/zapatos/collar/monedero/aparatito tecnológico tan bonitooooo...". Sí, naturalmente, claro que pueden ser inmunes a estas cosas, tengan o no pareja, si no la tienen hagan como hicimos mis amigas y yo el fin de semana pasado. Háganse un regalo a ustedes mismos porque se quieren mucho. Claaaaaro...
   Verán, nosotras decidimos celebrar nuestro propio San Valentín, un día de chicas. Y además, hacernos un regalo, algo así como un San Valentín invisible...(qué de jóvenes queda escrito así, se dan cuenta, no?, parece que tengamos trece años y todo)...así que quedamos para pasar el día en el chalet, comer, hacer una paella, ver películas y dormir todas juntas...Efectivamente, era una convención de pijamas. Pero no pijamas normales, no. Pijamas de ositos, de Kitty, de mariposas, de topos y claro, el mío de Snoopy. Hombre...si les parece llevaremos pijamas de adultos...menuda ocurrencia.
Nada más llegar al pueblecito, descarga de bolsas, maleta...(maleta señores, una trajo una maleta. Sí, ya te dije que lo diría, aunque fuese una maleta "de fin de semana")..., comida, bebida...y parada para inspeccionar ese momento paellero que deriva en varias preguntas, todas ellas encaminadas a saber quién hará la paella, porque en función de eso, habrá que encargar pizza o ir al chino más cercano.
La solución es ir al pueblo, tomarse el aperitivo y encargarla. Sí, es la vía cómoda, pero si lo piensan bien, también es la más limpia y como yo soy de intolerancia a las manchas...pues eso...estuve de acuerdo desde el minuto cero.
   En la mesa se debate sobre el concepto del amor, el que se vive, el que se desea, el que se tiene o no se tiene y el del cine, desde el punto de vista de la que está enamorada y vive junto a su pareja, de la que, simplemente, está enamorada, de la que tiene miedo al compromiso y ha decidido, engañándose a sí misma, que ella no va a enamorarse, de la que está enamorada "a su manera", de la idealista, la cínica...tantas maneras de verlo como amores hay.


Las comedias son bonitas, pero no son reales..., dice una, a ver si nos vamos a creer que un día alguien te abre una puerta y paaam, te encuentras a un hombre que resulta ser..."él", y acto seguido mira a todas, yo he querido rebatir, pero me ha dado miedo como nos ha mirado, así que dentro de mi propio cinismo decido callarme, para variar.
   Tras esa frase lapidaria, aunque cierta, comienza el festival de cine. Helados y más helados de todos los sabores, chocolate, fresa, chocolate con chocolate, coco, chocolate con galletas, chocolate belga...(está claro que una no puede ser alérgica al chocolate, las opciones son menores...)...
Las secuencias de "Algo para recordar", dan paso a las primeras lagrimillas que ayudadas por el vino de la hora de comer, comienzan a surgir, el primer "alguien tiene un kleenex?" hace su aparición, el primero de varios, tantos como personas somos.
Las siguientes películas, dan pie a recordar momentos especiales, personas que están o han pasado por nuestra vida..., ..."...y ver la cara que puso, mereció todo el trabajo...",..."...sólo dos palabras, sólo cinco letras que nadie me había dicho antes...",..."...y me lo dijo cuando fuimos a NY..."...la verdad es que el ambiente está tan azucarado que en nada nadaremos en un mar de almíbar o tendremos que ir a urgencias por un ataque de glucosa.
Para desdramatizar, después de las comedias y los recuerdos acompañados de algún suspiro, toca ronda de regalos (y martinis)...papeles por los aires, con corazones, eso sí, dan la bienvenida a algún que otro collar, bolso, manoletina, gafas...al final habrá que darle la razón al San Valentín comercial, no creen?...todas hemos caído en el tópico típico de regalar algo con corazón o con papel que lo incorpore...en fin...si todos nos quejamos y al final...
   Recojo mi regalo, unas gafas, rojas, y me aparto un poco viendo a las demás reír de manera escandalosa y sonrío...ahora que me han dejado un momento para mi, las miro y pongo, ya saben, banda sonora al momento...

Sus risas, las pequeñas lágrimas, el momento en sí, inevitablemente me han hecho que piense, tal vez demasiado...así que decido, probablemente, engañándome a mí misma, entrar de nuevo en la vorágine de reír de manera escandalosa y celebrar el día de los enamorados, aunque sea cualquier día y no el que marca el calendario, coger un martini y no pensar, posando para la foto que tal vez, el año que viene, nos haga reír recordando el San Valentín del año pasado...
El amor...el amor es algo tan ilógico que nos hace reír para callar sollozos, es una sensación que no puede explicarse, es un gritar calladamente, o tal vez una explosión que te hace justamente gritarlo, porque no puedes callarte..., en ocasiones un dolor que hace que todo lo demás parezca absurdo y pequeño a su lado, una alegría constante o puntual, un infarto provocado por la voz o las noticias de la otra persona, una sonrisa sin darte cuenta, unos ojos que hablan sin decir nada...No, tal vez un día no se abra una puerta y encontremos a alguien que sea diferente a los demás, o tal vez sí...porque los momentos inesperados, a veces, están llenos de cosas que esperábamos...


Ilustración, Jordi Labanda

(10.02.13)

4 comentarios:

  1. Me encanta Feliz San valentin princesa ♥♥♥♥♥♥
    Besos..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchisimas gracias preciosa, igualmente para tí, feliz día de San Valentín... <3 <3 <3

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Grazie Fabrizia, buon San Valentino anche a te!!!
      siiii, tornerò presto, mi piace moltisimo.
      Un bacione

      Eliminar