sábado, 26 de octubre de 2013

Atelier assistant...

   Señoreeeees!!!
Tengo que decirles que el viernes pasado hice de "Atelier assistant", que es un término que yo jamás habría empleado para decir que ayudé a mi amiga A a organizar su puesto en la "Blogger Party" a la que fue invitada con su firma "Boga Valentia" y por extensión yo también, claro, pero como es un término que me dijo mi amiga M y me gustó, pues eso. "Atelier assistant", que queda así como muy moderno...(creo que lo incluiré en mi cv)...
Modernidades de estas que yo no empleo, porque yo moderna no soy, soy así más clásica, más como de cuadros Burberry de toda la vida...pero vamos...como queda muy sonoro...pues eso...

   Y una en estas situaciones se viene arriba, porque como va con la diseñadora...pues es como más divina de lo normal.

 (Perdonen la calidad de la foto, una no tiene un móvil último modelo...ya saben...).
Ay...(suspiro y mirada al infinito)...cuando A alcance el éxito internacional, cuando sea así como Carolina Herrera, me veo ya en primera fila de los desfiles de, perdón, ahora TAMPOCO se dice primera fila, ahora se llama "Front row", bueno, lo que les decía en primera fila/front row, al lado de la "it girl" del momento...en Ny...

 ...en París...

...en Milán...

viendo desfilar a los monumentos masculinos que..., o sea el desfile...(             ), desfile de moda...el desfile de A...(            ) no sé en qué estaba pensado...(        )...ay no me agobien... 
El caso es, como les decía, que la estuve ayudando a llevar las cosas, ponerlas y todo lo que se deriva de esto.
Y lo que se deriva es que una llega con el tiempo justo, corriendo porque ha quedado con A. Exactamente no sé si en mi destino está el correr o es una virtud mía el llegar tarde.
(No, perdonen, llegar tarde no es una virtud, en honor a la verdad yo no llego tarde. Será que los demás llegan antes).
   La cuestión es que quedamos en un lugar y ahí estaba yo, parada en mitad de la calle, mirando por encima de todo lo que la altura extra de estar de puntillas me permitía y no encontraba a A por ningún lado.
Y de repente apareció de la nada..."...aaay...que no te había dicho qué coche tengo..."...y me dice que siente que tengamos que transportar tantos bultos. Yo miro todos los bultos que dice que hay que transportar y me digo, esta mujer no ha ido a un viaje conmigo. Si lo hiciera comprendería lo que significa la palabra "tantos".
(Pero no quiero asustar a nadie, señores. No quiero que piensen que cuando viajo me llevo la casa detrás. No es así. (            ). Casi. Y casi no es todo.).
   Una vez llegamos al lugar donde se organizaba la fiesta, empezó otra aventura. La de encontrar un lugar donde aparcar. Porque el espacio donde se hacía era en el centro. En ese centro donde todas las calles son iguales. O sea, en la Gran Vía. Que da igual cómo se llame la calle, porque es como la de al lado. Y creen que podíamos aparcar?, pues no. Tuvimos que parar en un sitio de carga y descarga y llevar hasta el recinto las cosas.
Y ya que llegamos las primeras...pues oigan, cogimos todo el sitio que pudimos.
Esto es así. Aaaaah, que las demás hubieran llegado antes....
   Y en uno de los viajes al coche, encontramos un sitio vacío. Yupiiiii.
"Quédate guardando el sitio", me dijo A. Y yo que soy muy obediente eso hice. Y entonces llegó un señor con su gran coche, un coche de marca alemana enormérrimo y el descarado quería aparcar en nuestro sitio. Era nuestro señores. Nosotras lo vimos primero. Y yo con mi mejor cara de..."aaaaaaaaaay cuánto lo siento..."...le dije casi gesticulando, "...es que vamos a aparcar..."...y así pudimos seguir transportando cosas para poner a punto su stand.
Una vez acabado, nos marchamos.
Eso sí, no sabemos si por el señor del coche o por el propio karma, al salir teníamos detrás un mini coche de estos que son como de juguete, ya saben, un Smart. Que señores, yo no digo nada, pero ese coche es una mentira. Una se compra un par de botas y como no las lleve puestas a ver qué hace, porque en el coche no caben. Y un coche donde no caben un par de botas con su caja, no es coche ni es nada. Que yo no digo nada, pero en mi moto he transportado un par de botas con caja y todo. Claro que mi moto es mucha moto.
El caso es que no podíamos salir, porque el señor del coche de juguete le había puesto el freno de mano. Y yo no digo nada, otra vez, pero si aparcas en segunda fila, no pongas el freno de mano. Porque las cosas así no funcionan.
Así que nos tocó pitar. Y nosotras odiamos pitar. Y el señor conserje de la finca que teníamos delante..."...si no pitas más no vendrá, has de insistir..."...e insistimos. Y no venía. Y una señora de una tienda cercana nos miraba molesta. Porque en las calles del centro no se pita insistentemente, señores. No es apropiado.
Y lo que no es apropiado, no es apropiado.
Tras varios minutos de espera, (muchos), llegó el señor del mini coche. Tengo que decir que yo en silencio lo admiré de manera momentánea. Porque no sé como un señor tan grande podía entrar en un coche tan pequeño.
Sólo quedaba llevar la ropa para la fiesta de la noche...


No necesito decirles que era la mejor del lugar, y no lo hago porque sea mi amiga. Es que es un hecho.
   ERA la mejor del lugar. Quédense con su firma, Boga Valentia...yo me quedo con ella...la fiesta no ha hecho más que empezar...


Fotos:
Bufanda Burberry.
Vestidos y complementos, Boga Valentia
http://bogavalentia.com

(26.10.13)

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