domingo, 20 de noviembre de 2011

Cartas....

     En este mundo lleno de tecnología y prisas por llegar e irse, en el que dos palabras se pueden resumir en dos letras, pocas son las personas que escriben cartas de amor. Pocos son aquellos que se enfrentan, en el más bohemio de los casos, a un folio en blanco y ya que imaginamos, con pluma estilográfica, a un te quiero de ocho letras y no su versión reducida. Dejando plasmadas desde ese momento y para siempre, sus palabras, sus sentimientos, en un trozo de papel.
Pensando cada frase con la intención de que al recibirla, el destinatario sonría, lo recuerde y quizás, quien sabe...hasta se le humedezcan los ojos...porque ciertamente, pocos son los que nos provocan esos sentimientos...
     Supongo que en parte, para muchos es más fácil decir en papel las cosas, que mirando a los ojos... Así que, la carta sea quizás un instrumento que emplean los tímidos para esconderse detrás de las palabras, cuando no somos capaces de decir "ese algo" pero nos sorprende y agrada cuando encontramos a alguien que no sólo es capaz de decirlo, sino que además tiene que gritarlo..."...porque si no te lo digo reviento..."...
Tal vez entonces, podemos llegar a contestar... "...te lo digo pero bajito...", pensando de ese modo, que si lo decimos en voz baja, el hecho será pequeño, aunque en realidad es tan grande que cuando nos hemos dado cuenta, nos ha provocado una sonrisa enórme.
     Es posible que algunos lo vean como una tontería, particularmente yo no lo creo. ¿Si yo escribí muchas cartas de amor?...tal vez alguna más de la que envié...¿Porqué?... :-) ...puede que sea porque me escondo detrás de las palabras, porque sea de esas que le den miedo las dos palabras que juntan ocho letras, que sólo podría decírselas a alguien realmente especial en voz baja y después pensar, es cierto, yo también quiero gritarlo... O tal vez sea porque quisiera que esa persona se sintiese tan especial como es y tuviese un recuerdo mio por escrito para siempre...o tal vez lo haga porque es algo que no se suele hacer...tantas opciones pueden ser la verdadera razón...
     ¿Cómo se escribe la carta de amor perfecta?, preguntaba alguien en un foro. Movida por la curiosidad de ver qué tipo de respuesta generaría una pregunta así, observé como alguien le aconsejaba, como una receta, el método a seguir...
"Ponga un poco de romanticismo, añada anéctodas personales que le recuerden a usted, para terminar, no haga una despedida muy extensa y dígale siempre cuanto la ama".
Y yo me pregunto, ¿cómo alguien puede dar las directrices a seguir en una carta de amor?, ¿cómo se llena de lógica algo que no tiene?, una carta de amor es perfecta gracias a las imperfecciones propias de quien la escribe y resulta perfecta para quien la recibe.
     "Sólo puedo pensar en ti mi amor inmortal, sólo puedo vivir del todo contigo o de ningún modo...,...siempre tuyo, siempre mia, siempre nuestros".
     "Te amo mi pobre angelito, bien lo sabes y sin embargo quieres que te lo escriba. Tienes razón, hay que amarse y luego hay que decírselo y luego hay que escribírselo...".
Son dos fragmentos de dos cartas de amor escritas por Beethoven y Víctor Hugo. No creo que siguiesen ningún esquema para escribírlas...tan sólo pensarían es esa persona que la iba a recibir, la recodarían y simplemente escribirían aquello que les provocaba, que les hacía sentir, que anhelaban vivir.
     Porque finalmente...así es una carta de amor no?, aunque sean ridículas, como decía Fernando Pessoa, porque al final los ridículos, son los que no escriben cartas de amor.




Imágen
Carta de amor de Napoleón

(18.11.11)

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