lunes, 2 de octubre de 2017

La pregunta.

   Siempre que paseo al perro llegamos a un muro que tiene escrita una pregunta.
               ¿Eres feliz?
                   Yes.
                   No.
Así de simple. Con sus dos signos de interrogación, cosa que me choca con sus opciones de respuesta, en inglés.
Para los signos de interrogación tan de España y para las respuestas no. No es que sea importante, es simplemente que me llama la atención.
Todos los días que veo esa pregunta me imagino cruzando la calle con un rotulador de punta gorda y marcando la casilla correspondiente.
Imagino que la respuesta dependería del día, de la hora, del momento...
   Es una pregunta sencilla. Con sus sencillas respuestas.
Es sencilla como la mayoría de cosas lo son, pero el ser humano nos empeñamos en complicarlo todo demasiado.
Yo creo que de no ser una persona tan analítica me conformaría con el yes, no de la pared. Y no añadiría dentro de mi cabeza un..."no lo sé", un "depende", un "a días" y todas las variantes que las personas que no nos ceñimos a lo simple podemos imaginar.
   Las cosas son muy simples. Ya me lo dice mi mejor amigo, que no me complique, que todo es simple.
Yo quisiera ver las cosas como él. Me ahorraría muchos dolores de cabeza. Pero no sé hacerlo. Así ando, divagando sobre las cosas importantes o no y analizando más de lo preciso y necesario.
   ¿Eres feliz?.
Las redes sociales, las revistas femeninas, los programas de la tele nos instan a ser felices. Tenemos la obligación moral de ser felices y si no le eres te lo inventas o lo finges, que también está muy de moda.
¿Qué es ser feliz?. ¿Leer una frase de motivación a diario me va a transportar a esa felicidad?. ¿Qué se necesita para ser feliz?.
Hay personas que son felices con un gran coche, una gran casa, un apartamento en Torrevieja, Alicante.
Otras apostillan un, "ten un hijo, que dan la felicidad", "ten un novio/a que así serás más feliz"...
Y esas mismas redes sociales, revistas femeninas, programas de televisión que nos están instando a ser felices y que nos dicen que ciertos aspectos materiales o no, nos ayudarán a conseguirlo, luego nos dicen que para ser feliz no necesitas ni un gran coche, ni una gran casa, ni un marido o mujer, ni hijos ni perrito que te ladre.

¿Entonces cómo quedamos?... A ver si nos vamos aclarando...
Necesitas viajar, eso sí que lo dejan claro en todas partes.

Y que si no estás a gusto con tu trabajo que lo dejes. Que la vida está llena de oportunidades y de trabajos en los que sentirte realizada y por supuesto, feliz.
   Ser feliz es lo más importante. Y si no lo eres, por la circunstancia que sea te callas y dices que sí porque sino socialmente estás mal vista.
Pero si viajar te hace ser o estar feliz y no trabajas no puedes viajar porque no tienes dinero, entonces si no viajas ya no eres feliz.
(Que no lo digo yo, lo dicen las fotos estas que vemos a diario en nuestro fb, ig y todo lo que se puede reducir a siglas o frases fácilmente compartibles).
   Y nuestro afán propio y ajeno por ser felices, además, hemos de serlo públicamente, que por otro lado es muy cansado, porque ha de ser siempre una felicidad mayor y superior a la del que tenemos al lado. Y esto para las fotos cansa mucho.
Ya no vale con ir a Capri. Hay que ir a Capri porque eso es ser feliz y además hay que demostrarlo y enseñarlo al mundo entero. Y que envidie nuestra felicidad.
Sobre todo que la envidie, aunque ni siquiera nosotros sepamos si es real esa felicidad o es ficticia y de cara a la galería.
   Estamos tan agotados persiguiendo la presunta felicidad que cuando creemos que la hemos encontrado tampoco la sabemos disfrutar.
¿Hemos perdido la perspectiva, la capacidad de distinguir lo que nos hace felices de lo que nos dicen que nos dará felicidad?, y ¿porqué cuando parece que hemos encontrado un ápice de felicidad llega alguien y se empeña en estropearlo?.
¿Ya no sabemos soportar la felicidad ajena?.
   Una vez en una película un médico le preguntaba a su ayudante si era feliz.
Según las estadísticas y los cálculos debía serlo. Tenía trabajo, era joven, se le presuponía un buen sueldo y un marido. Vamos los ingredientes básicos y "obligatorios" que veladamente nos sugiere el universo para ser felices.
La voz de este actor me encanta, sobre todo en versión original. ¿Es usted feliz?, le decía.
No.
No lo decía de palabra, negaba con la cabeza y agachaba la mirada como si fuese algo malo manifestarlo. Como si le diese vergüenza reconocerlo y a la vez aliviada de haber soltado ese lastre. Después de eso el señor de voz grave la besa y se van a su gran casa ha tener un final feliz. La desgracia es que su marido llega antes y se lo estropea...
Aun teniéndolo "todo"...¿su personaje necesitaría eso para ser feliz?...¿al menos en parte?...
Cuántas veces la felicidad viene acompañada de complementos indirectos...
   Sigo pensando en la pregunta del muro y en porqué aún nadie ha marcado una de las casillas.
         ¿Eres feliz?
             Yes.
             No.
En caso de duda consulte la canción de Romina y Albano.









02-10-17
Ilustraciones, Jordi Labanda.

2 comentarios:

  1. Que curioso encontrarse esa frase, la verdad que cada día puede tener una respuesta diferente, y siempre con matices!!besos

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    1. Así es...todo depende de cómo lo enfoquemos...besitos!!!

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