jueves, 31 de agosto de 2017

Vamos a la itv

   He de advertirles una cosa, (y mentalmente alzo un dedo), igual no se han dado cuenta en todos estos años, pero soy de queja fácil.
Digo que igual no se habrán dado cuenta, porque claro, seguramente queda a la sombra de mi agradable encanto natural. Y no vayan a decir lo contrario porque también soy de discutir fácil y no me gusta que me lleven la contraria.
   A lo que iba, que no me gusta quejarme, pero odio pasarle la itv al coche.
Ha vuelto a pasar señores, como cada año porque claro, como sabrán no es que tenga un coche último modelo, que ya tiene sus años...y claro, al pobre, como es bonito, quieren verlo todos los años.
Eso o que tienen una foto mía con un cartel debajo que pone "encantadora" y también quieren verme todos los años, porque siempre voy al mismo sitio. Yo creo que es lo segundo.
   El caso es que voy a pedir la cita por internet para ser una de estas personas que utilizan los beneficios de la tecnología...(beneficios ¿saben?, el único beneficio es que puedas comprar la última talla de las Adidas que llevas un año queriendo y encima te las envíen a casa...)...perdón, les decía, que pido la cita por internet, busco un día, estaba ocupado, busco otro, estaba ocupado, miro toda la semana, estaba ocupada...y dos semanas después por fin consigo encontrar un día libre para que me den cita.
Por la mañana. Muy de mañana. Era tan de mañana que me tomé un café y cuando llegamos a la itv lo tenía en los pies.
Digo llegamos, porque me acompañó mi amiga E.
Claro que sí señores, porque a este tipo de espectáculos hay que ir acompañado.
   Llegamos al lugar, nos pasamos de largo, volvemos a recuperar el camino, llegamos al centro donde inspeccionan, aparcamos, vamos a las oficinas, esperamos, esperamos, cari creo que me voy a sacar un café, esperamos...y yo les digo algo, yo quisiera ser como la señora que estaba detrás del mostrador.
Porque yo llegué tal y como se me indicaba, un cuarto de hora antes de la cita. Y ¿para qué?, si ese tiempo lo estuve perdiendo de pie esperando que la señora le gestionase al señor de delante su problema...
Un problema que debía ser enorme dada la lentitud con la que lo resolvió la señora.
Nos toca a nosotras por fin y la señora lenta pero amable nos dice que no hace falta esperar porque ya tenemos hora.
A mí que no me vayan cambiando las normas así sin avisar porque eso el año pasado no ocurrió así. Pero bueno, no pasa nada, nuestra mutua indignación, E y yo nos fuimos al coche a ponernos en la fila de las citas previas.
   Llegó un señor...se dirigió a nosotras...¿tienen cita previa?...y no es por nada, pero si estoy en la cola de las citas previas digo yo que tendré cita ¿no?, pero como voy a la itv y ese señor es el que va a determinar si mi coche la pasa o no, hice lo que tenía que hacer, sonreír con toda mi ortodoncia y decirle que sí.
Pase por la puerta número 2.
Y eso hice.
Pasar.
Pasar y como nadie me dijo que parase en un punto, seguir hacia adelante.
Y entonces pasó. El hombre con su carpeta en la mano y absolutamente asombrado porque no paré, gritó...
   ¿Dónde va, dónde va?, ¡pare!.
Y paré en seco entre asustada y nerviosa, porque yo soy así, de nervio fácil.
   No lo sé, le dije, a mi casa, llego paso y me voy ya.
Y el hombre hizo un amago de sonrisa. Pero un amago señores. Y a mí estas cosas no me gustan. Porque se veía claramente que ese señor no había tomado café por la mañana y que alguien iba a pagar por eso.
   Yo estoy muy nerviosa Cari, le dije a E. Prefiero que venga otra persona y me pase la itv, este señor no me gusta.
Pero claro, resulta que eso no se puede elegir y te toca lo que te toca. (Como muchas cosas en esta vida).
   Abra el capó del coche.
   Perdone lo de antes, es que me he puesto nerviosa, no sé dónde iba...
Menos mal que ya he aprendido dónde está la palanca porque sino no quiero ni imaginarme lo que allí habría podido pasar.
   Y de repente llamaron al señor y se fue al coche de al lado, diciendo espere, con la mano en alto.
¿Dónde pensaba que iba a irme con el coche enseñando sus interioridades y teniendo que pasar por el mini foso?. Y otra cosa les voy a decir, los otros trabajadores nos miraban todo el rato, normal, nadie intenta darse a la fuga en la revisión del coche, lo hacen más en sitios como bancos, tiendas de firma italianas...
   Ya estoy aquí, vamos a ver, dijo.
Ustedes no lo sé, pero a mí que me digan vamos a ver no me gusta. No porque si saca alguna pega al coche ¿qué?.
Y de repente se va hacia un mueblecito con cajones, que no sé lo que guardarán ahí porque dado el tamaño del mueble pocas cosas caben, pero de inmediato llegó con un trapo, se acercó al coche...yo ojiplática mirando a mi amiga...pero ¿qué hace? y ella, te van a mirar el aceite.
Pero el aceite ¿porqué?...
Y todo esto hablando en bajito, a ver si nos oía.
Se llevó el trapo al mueble y trajo una linterna.
Ustedes tendrían que habernos visto, las dos como si nos hubiésemos tragado un palo y yo diciéndole en bajito de nuevo a E, ¿ahora qué hace con la linterna?, ¿qué está mirando?...
Se llevó la linterna, volvió, miró las ruedas...llegó a la puerta de E y le hizo bajar del coche.
   Luego miró el asiento de atrás mientras yo no hacía más que disculparme por llevar una sábana para proteger la tapicería.
Es que tengo un perro ¿sabe? y para que no ensucie la tapicería llevo esto...
(Y yo ¿porqué le estoy contando esto a este señor que no se ha tomado ni un café ni una copa de sentido del humor?).
Llegó a mi sitio, encendió todas las luces, que yo tantas a la vez no había encendido nunca y me dijo, ahora deje las luces como yo las he dejado y ponga el limpia.
Y yo hice lo que él me dijo.
Ahora SÍ, vamos adelante. Y sonrió.
(Menos mal).
Y yo de nuevo, ay perdone, es que cuando vengo me pongo muy nerviosa, normalmente no suelo hacer lo que he hecho...(¿cuántas veces me había disculpado ya?...básicamente todo el rato)...
   Ahora ha de poner las ruedas en estos rodillos, intente no pasarse de largo.
¿Lo ven no?, para una vez que me paso de largo y se conoce que ya iba a pasarme de largo toda la revisión.
Avance, avance...¡pare!.
Acelere, mantenga las revoluciones, frene...(este señor mandaba más que el Sr. Grey en las novelas).
Ahora haga lo mismo con las ruedas traseras...avance, avance...¡pare!. Y otra vez la misma operación.
   Bien, vamos hacia el foso.
   Y es en este instante cuando yo me comporto natural como la vida misma señores. Porque el foso es como Zara en rebajas, me da miedo.
Allí estaba yo mano en alto y con mi amiga como si nos hubiese poseído algo todas rectas.
   ¡Ay a mi eso me pone muy nerviosa, a ver si nos caemos dentro porque con el día que llevamos no me extrañaría nada!.
   Y ahí el señor no tuvo más remedio que reír. Hasta nos reímos nosotras.
   Yo llevo el volante, usted solo  dirija el coche.
(Como si eso fuese a ser una garantía de que una rueda no se fuese al foso)...
   El señor hizo todo lo que se supone que le hacen al coche cuando le miran los bajos, que yo un día quiero bajar al foso a ver lo que hacen ahí, porque a lo mejor le están tocando cosas al coche que no quiere que le toquen.
Y yo no digo nada, pero cuando salió del foso solo decía que no con la cabeza.
   Y yo toda nerviosa, ay Cari que no pasamos la itv, ¿porqué este señor no hace más que decir que no?, ¿es que no cree en la positividad?...
   Esto está mal, dijo acercándose.
   Ay no me diga eso, ¿le han salido muchos problemas?, ay mi pobre coche...
   Esto está mal.
   Ay por favor, ay de verdad.
   ¿Usted pagó la revisión por internet?.
   Sí. Pero dígame, ¿lo que le pasa es grave?.
   No. Es que se ha equivocado y ha pagado de más.
Ustedes saben que este tipo de cosas solo me pasan a mí ¿no?...
   Pero el coche...
   El coche está bien señorita, la revisión ha sido favorable. Lo que ha pasado es que ha pagado mal la revisión y este papel no sirve.
   Cari que tenemos que volver a pasar otra vez todo este tramite...
   Vaya usted a la oficina y ahora se lo arreglaré allí.
   Pero entonces ¿puedo irme ya?...
   Claro que puede...es lo que ha querido hacer nada más entrar...
Y volvimos a aparcar para ir a las oficinas donde estaba la señora lenta pero amable y donde a su vez ya estaba el señor explicándole que había pagado de más, para que vean lo esplendida que soy.
   Lo que ocurre, me decía la señora, es que en lugar de pagar como vehículo de gasolina, has pagado como uno diésel. Como es sábado, esto lo arreglaremos el lunes, al pagarlo con tarjeta se te devolverá del mismo modo.
Vale gracias. Y cogí mis cosas y ya iba a marcharme cuando E que está en todo me dijo, pero Cari ¿y los papeles y la pegatina?, ¿dónde vas?...
¿Dónde iba a ir yo señores?, a tomarme algo porque estaba muy nerviosa.
   Ay sí...mi pegatina, mis papeles...
   Usted solo quiere irse ¿eh?...dijo el señor desde detrás del mostrador...
Qué vergüenza señores...recogí mis papeles y mi pegatina y nos fuimos, por fin.
Hasta que no llegué al bar y me pusieron el pincho de tortilla no estuve tranquila.


Y hasta el año que viene...que esperemos que no esté el mismo señor...




31-08-17

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