domingo, 15 de diciembre de 2013

Supersticiones


   Señores, mi vida es un drama.
Bueno, no, miento. Bueno, en realidad no. Porque he de decirles que yo no miento nunca. Bien saben que cuento mi verdad, o sea...LA verdad. Así que no puedo decir que mi vida es un drama. A decir verdad, es una tragedia.
Bueno, tampoco dramaticemos...vamos a dejarlo en una tragicomedia.
   Quieren saber lo que me ha pasado?, pues se lo voy a contar, porque todo me pasa a mí.
Resulta que he encontrado un trabajo temporal en un sitio donde se venden cosas para la casa. A saber, vajillas, vasos, copas, candelabros, velas, sillones, cuberterías, percheros..., ay, no les encantan los percheros?...en fin, a lo que iba, cosas para la casa dentro de una mayor o menor utilidad y/o necesidad.
Particularmente yo necesitaría de casi todo. Sobre todo de las cosas decorativas...
En fin, que estoy allí casi dos semanas y aún no había roto nada. Estaba muy orgullosa de mí misma, porque decía, fíjate, con todo el cristal que hay aquí y ni te has cortado ni has roto nada, bien por ti, regálate algo como premio.
Pues no. El domingo rompí algo. Pero no fue un algo cualquiera, no.
   Ustedes son supersticiosos?...que porqué lo digo?...lo digo porque rompí un espejo. Lo ven?, drama. No, tragedia.

Sí. De tooooodas las cosas que hay en la tienda, se me tiene que romper un espejo. Y ya saben lo que dicen, que son siete años de mala suerte, así que como esa superstición no me vino bien, la adapté a mi modo, y muy dignamente mientras recogía el espejo, dije, pues no.
Yo no voy a cargar con siete años de mala suerte, no me viene bien. Así que esto es el final de la mala suerte, hala, ya está.
Cómo?, que las supersticiones no son adaptables a las circunstancias de cada uno?...sí claro...quién dice lo contrario?...
   Además, para que vean, al día siguiente iba paseando con mi perrito y me llevé un "regalito" en la zapatilla. Que asco señoreeeees!!!...lo ven?, porque pisar una caquita dicen que da buena suerte, ven como el espejo ha sido el final de la mala?, claro.
Aunque eso sí...supongo que habría otras formas de verificar mi entrada a la buena suerte y no de esa manera, ensuciando mis adoradas converse...pero ya lo saben, todo me tiene que pasar a mí. Que no me quejo, pero...las converse verdes?...no había otra zapatilla que ensuciar?...
   Bueno, a lo que iba...ustedes tienen alguna superstición?. Yo no. Creo. Ahora no caigo en ninguna.
No sé porqué se extrañan...ya tengo unas cuantas manías no puedo cargar con todas las cosas de la sociedad, una tiene un sólo cuerpo y es tirando a cuerpecito, así que no da para más.
   El caso es que me he puesto a indagar en algunas supersticiones comunes y me he dado cuenta de que de algún modo, algo supersticiosa sí que soy, pero como tampoco me viene bien admitir esto, porque difiere de lo que dije anteriormente, voy a hacer como mi amigo N, y lo voy a incluir en el apartado manías.
Verán, no tengo nada en contra de los gatos negros, los viernes trece, abrir un paraguas dentro de casa, derramar la sal, ni pasar por debajo de las escaleras. Pasar no paso, pero no por el hecho de que me puedan acarrear mala suerte, es más bien para que no me caiga nada en la cabeza. Y ustedes dirán, y qué habría de caer?, pues yo tampoco lo sé, pero por si acaso.
   También entran en este apartado, el de las cosas que traen mala suerte, dejar las tijeras abiertas, colocar el pan boca abajo o dejarlo caer al suelo, derramar el vino, poner un sombrero sobre la cama...
Bien, vayamos por partes. Admito que cuando veo unas tijeras abiertas he de cerrarlas, pero no por superstición, sino por manía. El pan no se deja boca abajo ni en  el suelo, pero eso es una cuestión de higiene y sobre todo de sentido común, quién deja el pan al revés en la mesa?, derramar el vino es un delito, y más si es el mío y lo del sombrero sobre la cama...aaaaaiiinnnnnsss...por eso son necesarios los percheros!!!.
   Y luego está lo contrario, es decir, aquellas cosas que hacemos para tener o atraer la buena suerte.
Como por ejemplo, echar monedas en las fuentes...

...cruzar los dedos, tocar madera, tener una determinada prenda de vestir, que por vieja o sencilla que sea, nos da "buena suerte"...
En esto si que creo que es más una cuestión de manía y apego hacia la prenda en sí, que la propia suerte que creemos que pueda darnos. Ustedes tienen alguna?...
Yo tengo una camiseta. Tal vez no la llamaría "camiseta de la suerte" pero si tuviera que pasar una noche con alguien especial, quisiera llevarla porque tengo hacia ella un vínculo afectivo.
Y no es de marca, ni es cara, ni nada de eso, la verdad es que me costó tres euros. La compré en Roma, en una pequeña tienda al lado de la Fontana di Trevi. Pero es LA camiseta.

Llevar una cinta roja para el mal de ojo también es algo muy extendido. De hecho a los bebes se les suele poner una cinta por ese motivo, y digo yo una cosa, quién va a querer echar un mal de ojo a un bebé...?...
   El caso es que ser supersticioso es muy agotador. Y ser amigo o convivir con uno más todavía.
Porque se ven en la obligación de transformar tu mundo según sus supersticiones. Esto es así... Yo tengo un amigo que cada vez que viene a mi casa cambia algo. Es entrar por la puerta y empezar...
"Uy, los elefantitos estos han de estar de espaldas a la puerta, te voy a comprar una planta que sirve para atraer la buena suerte, pero has de cuidarla para que no se muera...,(sí...como cuando mi sobrina me instaló el Pou en el móvil, y ahora he de cuidar del barbapapá pseudo patata)..., no dejes el sombrero encima de la cama..."...y no vean si por alguna de aquellas a alguien se le cae la sal...la que organiza...
   El otro día quedamos con él, y al ponerme la chaqueta y meter las manos en los bolsillos encontré un trocito de cinta de raso roja.
"Esto qué es?, me lo has puesto tú?", le dije.
"No".
"Entonces lo tiro".
"No, no, no...a ver si te va a traer mala suerte tirarlo...".
Me agota...pero no lo he tirado. Por si acaso...


(15.12.13)

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