lunes, 17 de abril de 2017

Triste despedida (2)

     15-04-17

Ayer fuimos a verte y abriste los ojitos.
Hoy por fin has descansado.
Aunque en ocasiones dependía de ti, me has enseñado que no tengo que depender de nadie. Gracias por permitirme depender de ti, gracias por enseñarme lo que te enseñaron.
Gracias por convertir algo como tomar el té en una tradición.
Ya no me debes esa cerveza, me tomé la libertad de cogerte las dos que te quedaban.
Sé que así lo habrías querido y que no te habría importado.
   Carmensin...
...toca el violín.
Me contestabas eso siempre que te lo decía, te acuerdas?. Te acuerdas cuando cantabas?, de tus mermeladas?.
   Yo me acuerdo de todo eso. De las historias que me contabas una y otra vez.
Ojalá hubiese funcionado mi historia con él, me habría gustado que me vieses feliz a su lado, porque lo era. No te preocupes. Seré feliz y comeré dátiles. Como los que tú me comprabas porque sabías que me encantaban.
La mujer de los labios rojos o de un color fuerte y vistoso, como eras tú en definitiva.
   Hasta el último momento aferrada a la manta que te regalé por tu cumpleaños.
"Dame la mantita de la nena", le decías a la mamá.
   Siempre luchadora aunque no ganadora. Siempre preocupada por todos y siempre independiente, como a ti te gustaba ser y fuiste.
   Te aseguro de nuevo que me has enseñado mucho y que todo lo que he aprendido lo voy a poner en práctica.
Y cuando vaya a Grecia me acordaré de ti.
Siempre te recordaré así. Fuerte, independiente, con un par...
   Carmensin...sigue tocando el violín.


1 comentario: