martes, 8 de abril de 2014

El dentista...

   Señores, mi vida es un drama.
Ahora me ha tocado ir al dentista. Que yo no digo nada, pero todo me pasa a mí.
No me gusta ir al dentista. No me gusta. A mí tampoco, dirán ustedes. Ya, pero yo no he dicho que a ustedes les guste ir. Me imagino que al único que le gusta es al dentista, que cobra por ello.
Yo equivoqué la profesión, tendría que haber sido dentista.
   El caso es que tuve que ir. Y miren si me preocupa el asunto que desde el día de antes ya estoy pensando que me van a hacer daño y que no quiero ir.
Y ustedes dirán, y para qué piensa?...huy...eso me lo pregunto yo muy a menudo cuando pienso en las cosas que no tengo que pensar...qué se creen?...
El caso es que me dije a mí misma, no, tú has de comportarte como una adulta, aunque sea de manera temporal y afrontar esta situación tranquilamente.
Así que tranquilamente hice una barrida de mensajes, perdón, de whatsapp's, o "gusap" como lo llama mi sobrino MM para que alguien me acompañase. No, no porque el dolor compartido es menor, es para no salir corriendo.
Y yo digo una cosa, para qué me contesta mi amigo R que me comporte como una adulta y no sea una cobardica?...(cierto es que él empleó una palabra que tenía más que ver con "hacerse caquita encima"...pero no quería decirla aquí)...si ya nos conocemos...déjate de chorradas y acompáñame al dentista...
Pues no. Si es que yo no digo nada, pero todo me pasa a mí. (Sí, se de sobra que eso YA se lo he mencionado antes...pero es que es inevitable recordarlo...)...
Y yo intentando convencerlo..."...si ya me estoy comportando como tal...no ves que casi no estoy nerviosa?..., me va a doler?, no puedo aplazarlo e ir otro día?..." y él en su línea...que vaya sóla y que no pasa nada.
   Y yo les voy a decir una cosa, yo sóla no iba a ir. Eso lo sabíamos todos.
Así que llamé a E. Amiga infatigable, compañera de cafés que se toman en una hora, de caramel waffles, organizadora del mundo propio y ajeno...licenciada en escuchar y pacificadora de conductas.
   "E, mañana no has de ir a trabajar, has de acompañarme al dentista, así que empieza a ponerte mala hoy para no poder ir a trabajar mañana".
   "Y luego qué hacemos?, te compro un helado?".
   "Ay sí, que divinaaa...me encantaaa...".
No-me-juzguen. Yo no me vendo por un helado...peeero...es fácil comprarme con uno...que se parece, pero no es lo mismo.
   Llegamos a la consulta...blanca y aséptica. Tan aséptica que las revistas están en una funda.
(Yo creo que van a darme una bata a mí también...le digo por lo bajo a E..., que no estaría mal sabes?, porque así me vendría bien para...)...
"Es la primera vez que viene?", interrumpe la señora del mostrador. Y me pasa una hoja a rellenar que tiene como un millón de preguntas.
De ahí pasamos a la sala y me sientan en la...(chasquido de lengua)...en el...cómo lo llamaría yo...en el sillón del dolor...miren que el sillón del dentista es mal. No me gusta, no es cómodo. Y nunca sé cómo ponerme.
"Se me están cayendo los zapatos porque me están grandes", le digo a E mientras ella está sentada en una silla normal.
   Y entonces llegó. Llegó el médico digo. Y empieza a preguntar si estoy bien. Pues hombre, pienso yo, muy bien no he de estar cuando estoy aquí tumbada...
Me mira y dice que van a hacerme unas radiografías. Yo también lo miro. Y luego miro a E. Y cuando se va, antes de que llegue la enfermera que va a acompañarme a las radiografías, le digo en bajito...
"...te has dado cuenta no?", y ella con su cara de que no se ha dado cuenta del detalle...
   Señores, el dentista se parecía a Javier Cámara. Que yo vuelvo a no decir nada, pero así no es serio.
Oigan, me hicieron de radiografías...y la enfermera, "...ahora has de mirar ahí y sonreír". Y yo les digo algo, verte en un espejo, haciendo como que sonríes, mientras te hacen una radiografía, da mucha risa, porque es totalmente absurdo. Uno se ve y se ríe de sí mismo...es inevitable.
Claro...cuando volvió el médico y le vi la cara a E al descubrir que efectivamente, el parecido ahí estaba, me dio la risa y el dentista diciendo que no había visto nunca a nadie tan contento en su consulta...
(Normal, aún no me conocía a mí)...
Y luego llama a otra dentista...
(Esto es un desfile...de verdad eh?...)...
   Esta nueva "colega", es ortodoncista.
"Veo que necesitas una ortodoncia", me dice, y yo pensando, y yo veo que tú necesitas hacerte las mechas...pero claro, no es "ese tipo de conversación", así que decido callarme, sobre todo porque me hallo en una situación algo comprometida ahí tumbada en el sillón verde agua y con la boca abierta intentando que se entienda lo que trato de decir...
Después de una hora, me han hecho un montón de radiografías, me visita un dentista,  un "si has de ponerme anestesia, ponme anestesia para la anestesia", y otro dentista...no me han hecho nada de lo que tenían que hacerme y me citan para otro día...
O sea, que he pasado todos estos nervios para nada...y encima voy a tener que volver a pasarlos otro día...
De verdad eh?...Menos mal que ahora...


:-) ...tú sí que sabes amiga!!!...



Foto, Häagen Dazs.

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