La cena de J...

   Señores, se acuerdan que tenía una cena en casa de un amigo de mi amiga Mj y que por eso compré la vela en Ikea?...Bueno, quien dice la vela, dice también el apagador y un soporte.
Y una caja negra.
Y una bolsa gris.
(No, no de Ikea, porque ya saben que la aventura no fue tan...en fin...no, de Ikea no...)...
Y si la vela era gris, el conjunto del resto de cosas tenía que ser acorde.
Señores sí, la caja y la bolsa eran necesarias. La vela y el resto de accesorios tenían que estar en algún lugar y no vamos a llegar a casa de nadie con una caja en la mano, tipo tupper.
   Lo ven no?, me entretienen, me pierdo en los detalles y luego dicen que no optimizo, que no tengo capacidad de síntesis, que no me callo ni debajo del agua, y eso no es verdad, porque para respirar debajo del agua necesitas un tubo o una máscara que pareces algo muy raro que va de la boca a la botella, bombona como se llame de aire, atmósferas y profundidad y que claro, te impide hablar. Que te lo puedes quitar para decir que el aire se ha terminado...pero tampoco, porque llevas el cronómetro, cronógrafo, reloj de agua ese que te avisa cuando eso pasa...además, todos sabemos que debajo del agua se habla por señas. Imagínense...si ya nos entienden poco, por señas ya...y...otra vez, que no me entretengan...
Lo que les decía, la cena.
   Señores, un hombre ha cocinado para mí. Sí. La emoción me desborda.
Técnicamente para Mj y para mí.
No, no, no se rían. Ésto antes no me había pasado, ningún hombre había cocinado para mí. Y dirán, pero qué clase de amigos tiene usted?, pues eso...pues...ustedes ésto se lo preguntan a mi amiga A y ella les dirá una palabra muy fea...así que mejor no pregunten.
El caso es que si mi vida es un drama, presuntamente para los que han de cocinar para mí, más. Esto es así. O eso dicen. No, no porque sea un público "difícil", de sobra saben que no tengo manías para alimentarme. Es por mis alergias. Ellas tienen la culpa de todo.
   Y yo tengo que decirles una cosa, mis amigos se han puesto en la piel de J, que no en la mía, y le han acompañado en el sentimiento. Menos mal que son amigos míos...porque señores...sin criterio alguno me han dicho cosas tipo...,"...ay pobre chico...", "...come todo lo que te ponga en el plato...", (pero yo que tengo, seis años?), "...pobre, y sabe que no comes de nada?..."...uy, pobre, no sabe dónde se mete..."...(yo soy una santa, ya se lo digo...)...
Lo ven no?..efectivamente. No puedo decirle a nadie que me invitan a cenar.
Claro, así iba yo toda preocupada...y Mj, "...que J iba a hacer pescado, pero le he dicho que mejor no...", (por Dior, menos mal...yo es que el pescado no, o sea, el de espinas. Mj tampoco, así que no me juzguen).
Y el pobre J, "...entre tú que el pescado no, y tu amiga con las alergias..."...
Pues sí...pobre chico, para qué nos vamos a engañar...pero es mejor que crea que mi único problema son las alergias...(perdonen, yo no le he mentido, sólo he omitido que no me gustan todos los alimentos y toda la fruta así en general y muchas cosas en particular)...
   Después de aparcar, (y dar un paseo hasta casa de J), llegamos por fin a su piso, donde nos da la bienvenida un enorme labrador canela que me enamora nada más verlo. (Ahora que pienso, podría haber traído un regalo para el perro...aaaaaiiinnsssss)...
En una terraza encantadora, J empieza a explicarnos que ha tenido problemas en la cocina, que iba a hacer un helado y desgraciadamente no ha podido, y que sólo ha hecho...y nos cuenta lo que hay para cenar...(yo he contado cinco platos distintos y un granizado de limón...sólo saben?, qué fuerte me parece todo)...
Señores, este hombre hace helado.
No, cuidado, no, no. Mi concepto de llevar helado a una casa es ir al supermercado y comprarlo.
Y yo con los ojos como platos. Y él, "he hecho "labne" con menta y ajo, la textura es como queso de untar...", (y una mentalmente se recuerda que no come ajo y se pregunta a sí misma, cómo voy a comerme ésto que no sé lo que es?...)...pero, decidí que ya era hora de tener fe ciega en alguien, bueno, quien dice fe ciega dice fiarse a la hora de cenar o comportarse como un adulto...o simplemente comportarse.
Oigan, buenísimo. Yo me debatía entre seguir comiendo o sacar el móvil para tomar apuntes.
(No, no tenía el móvil al lado. De verdad cómo son...)...
Después del "labne", una "mousse de agua de tomate con crujiente de arroz inflado al azafrán".

Se dan cuenta no?, es que es imposible no probarlo. Buenísimo también.
Yo decía, ésto lo cuento y no se lo creen, y ya no sólo por el ajo, sino por comer tanto...
   Y J viaje de la terraza a la cocina, y cada vez que volvía traía un plato nuevo.
Ahora clóchinas valencianas con limón.
Y J pensando en alto que tendría que haber cortado el limón sin corteza, porque así el sabor habría sido mejor. Y yo asintiendo y tomando nota mental cuando caigo en la cuenta de que no voy a cocinar clóchinas...pero bueno, se lo diré a alguien y que las cocine para mí...
(Perdonen, yo hago el esfuerzo de comer, no voy a hacerlo todo...)
Siguiente viaje a la cocina y un nuevo plato.
   "Ensalada de quinoa" de natural chef. "Lleva pimiento", me dice. Y yo con cara de ooooouuuccchhh, si no como pimiento...y una pequeña yo que susurra, no te engañes, no comes nada...
Y le hago una foto para que ustedes la vean, y decido que aún sin saber qué es la quinoa y que probablemente prefiero no saberlo para poder comer y omitiendo que lleva pimiento, la voy a probar. Entre otras cosas porque soy una invitada y no hay que hacer feos del tipo, ésto no me gusta.

(Al menos al principio, luego cuando ya te conocen...pues ya es tarde para ellos...)...
"No, no, me dice J, ponle la salsa".
Y otra foto.

Me dispongo a comer por las esquinitas cuando me recomienda que lo mejor es mezclarlo todo. "Es que está tan bonito, que me da pena estropearlo", le digo.
Está claro que la cena de hoy es como ir a la tienda Nespresso, no puedo decir a nada que no. Y estoy observando que, o como muy despacio o tengo más comida que nadie, porque cuando se hace evidente que Mj y J ya van por la mitad del plato yo lo sigo teniendo lleno.
La quinoa se ha reproducido. Que fuerte me parece. Todo me pasa a mí.
   Nos retira los platos para sacar otra exquisitez.
Yo de verdad que no doy crédito. Pero cuántas horas ha estado cocinando este hombre?, y cómo ha podido hacer tantas cosas diferentes y tan buenas?. Y lo que es más sorprendente, yo cómo he podido comer tanto?...
Lo siguiente es un granizado de limón.
Y cuando una cree que ya ha terminado la cena, puesto que el helado no ha podido hacerlo, dice que ha hecho un "bollo maimon".
Y yo sólo puedo mirar a Mj y decir muy sorprendida, "en serio?...o sea, ha hecho un bollo?"...Y Mj ríe...yo no me río señores, yo estoy alucinando.
Desde luego mi respeto hacia los cocineros, que ya era grande, se ha renovado. Sobre todo hacia J.
Y esperen que diga que he comido cinco platos y un bollo, que no me van a creer o van a querer conocer a J para saber quién ha llevado a cabo semejante hazaña.
(Yo creo que llega a poder hacer el helado y me muero allí mismo. Figuradamente claro, tampoco es como para llegar a casa de alguien que acabas de conocer y morirte allí, eso sería de lo más inapropiado).
Disculpen que no tenga foto del bollo. Bueno sí que la tengo. Está en mi cabeza. Y no va a irse nunca.
Ay, no quieran saber lo bueno que estaba el bollito. Todo esponjoso, todo blando...y J explicando que cuando se endurece tampoco es problema, porque uno puede utilizarlo para desayunar, ya que es un bollo que absorbe, por ejemplo todo el chocolate de una taza, decía.
No. Yo les digo algo, ese bollo es mío y no llega al siguiente desayuno. Yo me he enamorado de ese bollo.
Todos tenemos un precio, y me he dado cuenta de que el mío está rondando entre el helado, el bollo y...bueno...y eso...tampoco quieran saberlo todo...
   En fin...una velada encantadora y para repetir. (Pobre J).
Ahora, una cosa les digo...como me vuelva a invitar y haga helado...ay. Ayayayay...





(De nuevo gracias por todo Juan... :-) )
(26-08-12)