Señores, la semana pasada fui como invitada a la presentación de la nueva colección primavera-verano de una diseñadora valenciana.
Han visto?...casi, casi soy divina de la muerte. Como en mis ratos libres soy fotógrafa de mi amiga A para su propio blog...pues también me invitaron.
Lo más importante, cuando te invitan a un evento así, no es saber qué vas a ponerte...no. Lo más importante es saber dónde va a realizarse el evento.
Y ustedes creen que yo lo sabía?...efectivamente, no. Porque yo creía que sería en la tienda de la diseñadora, en el centro.
En el centro, centro. Porque el centro de la ciudad, de la mía me refiero, es donde está el almacén del triangulito y las calles de alrededor. Lo demás está "cerca" del centro, pero no es.
El caso, es, como les decía, que yo hablé con mi amiga A, convencida de que la presentación iba a ser en el centro, incluso llegué a pensar en ir en moto...porque como todos sabemos, en el centro no se puede aparcar. Sí, podría ir caminando, como voy siempre, pero es que mi moto es muy bonita, y el centro de la ciudad se merece verla. Y ella que no, que íbamos en coche. (Y yo sin entender nada, pero claro...eso podía unirse a tantas otras cosas que no entiendo...no iba a intentar entenderlo).
Quedamos a una hora, por una vez no llegué tarde y cuand...oigan, que no llegué tarde de verdad, comprendo que no lo crean, yo tampoco lo creía, pero a veces pasa. Les decía, me meto en el coche y cuando veo que NO va al centro, le digo con cara de sorpresa que hacia dónde se dirige.
"A la playa. La presentación es en un hotel de la playa", me dice.
Y yo que no, que es en la tienda y ella que no, que en la playa.
Se dan cuenta del detalle no?, no, que mi vida es un drama no. Quetodomepasaamí.
Porque una no iba vestida para ir a un hotel de la playa. Una iba vestida para la tienda del centro. Que hace un poco de frío, pero se soporta. Porque a esas horas, con un top de gasa sin mangas, en la playa una se congela. Y eso pasó. Que tenía mucho frío.
Pero no pasa nada. Una se recompone, se abraza a sí misma y a su cazadora de piel marrón y sale por el garaje y se da un paseo de camino al hotel.
Peleando con el flequillo que decide saludar al viento y con los contratiempos que surgen.
Y ustedes dirán, qué contratiempos, si sólo han de ir dando un paseo.
Aaaaay amigos...parece mentira... Pues se lo voy a contar.
Resulta que mi amiga A quiso tomar un atajo.
Y yo digo una cosa, los atajos yo los tomo cuando voy en moto, me he perdido y no me queda otra que ir de manera momentánea en contra dirección.
El atajo consistía en saltar por un muro.
No les digo nada y se lo digo todo.
Yo con mi cara de no entender nada y diciendo, pero...que quieres que yo salte eso?...(mirada a la derecha, mirada a la izquierda)...no, vamos a ver...tiene que haber otra manera de bajar, un camino más cercano.
Y quieren que les diga lo que dijo?, que no era muy alto.
No, que va...yo voy a decirles algo, quería que saltase por un precipio.
Así que hice lo que tenía que hacer.
Aproximarme para ver mejor la altura.
"Uuuuuh...esto es muy alto, no puedo saltar, cómo voy a saltar?...aaaaay que tengo vértigo, aaaaay que no puedo bajar".
Y A que no, que había un escalón y ahí podíamos ponernos y luego saltar. Yo no sé, señores, dónde veía ella el escalón...porque allí escalón no había ninguno.
Así que de nuevo una se recompone frente a las adversidades, para que luego digan, y decide que hay que bajar por un desnivel del muro. Uno que tiene unas vallas que hacen de pared al garaje y de donde pretendo sujetarme para no caer.
Y eso hice...
"Aaaaah que de cara me voy a caer y este no es sitio para caer"...(sí, ya sé que ningún sitio es buen sitio para caer...es que creen que no lo sé?, pero no quería caer en la playa/césped/cerca del hotel)..."aaaaah que voy a caer aunque baje de espaldas, que venga alguien y me rescate!!!, ay, ay, ya me he dado la vuelta...aaaaah"...y salté. Y no me caí. Eso para que vean...hale.
Una vez bajo, mi amiga reconoció que verdaderamente SÍ era un sitio alto para saltar. (Para que luego digan que no tengo razón cuando digo las cosas...si es que...).
Llegamos al hotel y nos dio la bienvenida un señor con un abrigo muy largo y una sonrisa muy grande, mientras una señorita de protocolo nos indicaba por dónde teníamos que salir para ir al desfile.
Cosa a la que yo no presté atención, porque estaba devolviéndole la sonrisa al señor del abrigo, que yo no digo nada, pero le quedaba grande.
Nada más salir a los jardines, muy bonitos, el viento despeinó mi pelo, oooooj, la chaqueta no era suficiente para un top de gasa...y yo callando a gritos que la fiesta no fuese en el jardín...
Afortunadamente era en una sala.
En la que nada más entrar nos ofrecieron un asiento y una copa de cava.
Qué bonito.
Y una ahí, hablando con unos y otros, esperando el desfile.
Y el desfile empezó tarde. Que yo no digo nada, pero para una vez que llego bien, porqué han de empezar tarde?..
Y tengo que decirles otra cosa, estos eventos están muy bien. Están muy bien, hasta que uno tiene que ir al aseo.
Porque claro, mientras uno está ahí, hablando con unos y otros, pues no cae en la cuenta de que a de ir. Así que cuando necesitamos ir, ya era tarde.
Pero teníamos que ir. Señores, necesitábamos ir aunque el desfile estuviese a punto de comenzar.
Y les voy a decir algo, no fuimos las dos a la vez. Porque no era momento ni era apropiado...(bueno, en honor a la verdad no fuimos juntas por no dejar los bolsos solos en las sillas, porque como todos sabemos, al aseo se va en grupo...) Así que primero fue ella, para averiguar dónde se encontraba. Y después fui yo.
Oigan, y voy yo y A escribiéndome al móvil..."...corre que esto empieza..."...
Ustedes ven no?, se dan cuenta de que todo me pasa a mí?. O sea, que el desfile empieza con retraso y se me ocurre a mí ir al aseo y entonces empieza.
Qué pasó?, pues que me tocó ir por el pasillo corriendo, parar en seco al llegar a la entrada, recobrar la compostura y entrar a la sala, con el móvil en la mano, haciendo como que colgaba una llamada super importante y sin mirar al resto del mundo que estaba prácticamente en silencio, y rápidamente sentarme en mi silla, previo golpe de melena.
Para una vez que llego pronto...de verdad...Mividaesundrama.
Al terminar, un gran aplauso a la diseñadora que sale a saludar.
Recojo mi bolsa con un detalle y un cocktail color rojo que me ofrecen. Me ha encantado la colección y la experiencia de acudir a un desfile.
Por cierto...para que vean que todo me pasa a mí...ahora tengo que ir al dentista porque se me ha roto una muela...ya les contaré la próxima semana...menos mal que no soy de queja fácil...
(30-03-14)
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