Hace algo más de una semana que empezó el nuevo año.
Y los propósitos.
Los propósitos son estos actos de fe que apuntamos en un papel con la firme intención de cumplir y que guardamos en un cajón a la primera de cambio para cuando acaba el año y empieza el otro, hacer balance y ver cuántos de esos propósitos hemos cumplido.
Los propósitos son esos actos, esas cosas que empezamos con mucha ilusión y luego se va pasando.
Como las relaciones...jajaaa
Que al principio las cogemos así como con muchas ganas y luego pues eso...que el tiempo pasa...y las ganas también.
A lo que iba...los propósitos de año nuevo. Que casi siempre son los mismos...son como los básicos de todos los años...
1-Perder peso.
Un clásico. Porque las navidades no perdonan y cogemos peso. Eso es así. Y lo mismo que lo cogemos queremos perderlo. Y con mucha ilusión nos decimos a nosotros mismos que hemos de comer mejor y más sano. Porque es bueno para la salud y así el verano no se nos echará encima con su operación bikini...
Este no es nunca uno de mis propósitos. Porque no creo en las dietas. Las dietas no existen.
2-Hacer más ejercicio.
Otro clásico de cualquier época del año. Todos queremos hacer más ejercicio. Porque empieza el año, porque empieza el verano...porque empieza lo que sea...
3-Dejar de fumar.
Dejar de fumar es un propósito que deberían cumplir señores. Yo hace muchos años que dejé de fumar y no por propósito de año nuevo, sino por perder una apuesta. Dejen de fumar. Fumar no es bien.
4-Aprender inglés.
Aprender inglés o el idioma que sea también es muy propósito de año nuevo y de la vuelta de vacaciones cuando salen los coleccionables.
Aprender idiomas es bien. Hasta que se nos pasa la fiebre por aprender y esperamos que en el chiringuito de la playa el hombre con el que liguemos nos entienda en nuestro propio idioma que vamos creando conforme surgen las circunstancias y aumentan las cervezas.
5-Salir a caminar.
Propósito que muchas personas entienden como el trayecto que va desde la puerta de casa hasta el coche.
6-Recortar la tarjeta de crédito.
Si ya es difícil hacer régimen, este propósito se le puede dar la mano.
En definitiva...actos que intentamos cumplir y pocas veces conseguimos pero que siempre escogemos con mucha ilusión.
Yo hace años que dejé de escribir propósitos para año nuevo, que con mucha ilusión escribía en un papel y guardaba en un cajón para olvidarlos la primera semana del mes y el último mes del año recuperaba para ver cuántos había cumplido, es decir ninguno.
Este año no. Este año no los he apuntado. Los tengo en mi cabeza...que es un archivador selectivo de cosas, circunstancias y momentos.
Y entre ellos están los típicos...
Pues aprender inglés o esperar ligar con un italiano que para eso ya sé el idioma, salir a caminar más allá de la puerta de casa hasta la puerta del coche, comer sano con esos batidos de colores que llevan fruta recién exprimida y envasada en botellas muy bonitas a la vez que prácticas y hacer ejercicio.
La tarjeta no la puedo romper está claro, sino a ver cómo me compro la ropa para hacer running...a ver si creen que ahora puedes ir a correr con cualquier cosa...
Hasta diciembre...en que vuelva a hacer balance y vea que cumplir...pues he cumplido pocos o ninguno...
(11-01-16)
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