"Si no te quitas el flequillo...finiquito!!!"
Durante una tarde entera, fue la frase preferida de mi encargada/compañera o compañera/encargada. Durante una tarde entera, porque al día siguiente ya iba sin flequillo...incluso esa misma tarde...jajaja.
A partir de ahí fue empleándola para todo lo que no le venía bien...
Pues bueno, hoy ha llegado el día del finiquito. Y es un día un poco triste.
Porque me alegro de que la persona a la que sustituía esté bien, pero por otro lado dejo de trabajar en un lugar que me encantaba.
Una tienda en la que he tenido la suerte de trabajar con PERSONAS. Sí, personas con mayúsculas.
Y os voy a echar de menos...
Cuando alguien entra nuevo a un lugar de trabajo, espera llevarse bien con las personas que va encontrarse, espera caer bien y espera que el trabajo sea, ya que hay que trabajar, lo más agradable posible.
Pues bien, yo he hecho pleno. He tenido la suerte de encontrar esas tres cosas juntas en un sólo lugar.
Y me gusta pensar que ese día de septiembre, ese en que el teléfono sonó, ese en el que todo empezó, fue el final de un buen comienzo, porque como ya saben, no creo en las casualidades.
Y ahora que me voy, confirmo que sí...que hay personas que son de verdad. Que hay personas que se hacen querer, personas que no te conocen, pero sin darte cuenta acaban conociéndote y acaban haciendo que te conozcas tú, un poquito más.
Personas que te hacen sentir como en casa, sin estar en ella.
Gracias a vosotras, Maria José, Yolanda, Elena, Elisa...por todo.
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