Y entonces llega un día.
No tiene que ser un día señalado, ni una fiesta, ni el día que corresponde a tu número preferido.
No es tu cumpleaños o tal vez sí.
No es porque cambies de decena o cumplas un año más...aunque porqué no?, podría coincidir...
Entonces llega un día en el que comprendes que algo en ti ha cambiado.
Que las cosas que antes eran importantes, ahora no lo son. Ahora son otras.
Que te miras al espejo y te sonríes a ti misma. Que te da igual un kilo más o uno menos...
Que miras más allá.
Que sabes que las personas son eso, personas.
Que comprendes que al final, sólo quieres rodearte de las que te sacan una sonrisa, las que sacan lo mejor de ti. Y eso está por encima de todo lo demás.
De hecho, llega el día en que por fin comprendes que estabas equivocada, que el príncipe azul, no es azul, es verde, amarillo, morado, rojo, azul ultramar, naranja y mil colores más...y no quieres un príncipe azul, ni una princesa tampoco. Lo que quieres es alguien que camine a tu lado, que te acompañe de la mano, alguien con quien recorrer el mundo entero o tal vez sólo un pequeño lugar.
Llega un día en el que entendemos que un par más de zapatos ya no es vital. Ni el último bolso de firma.
Que sabemos que las pequeñas cosas son las más grandes. Que comprendemos que la felicidad verdadera está más allá de lo material.
Llega un día en el que miras hacia atrás, para darte cuenta de lo mucho que has andado.
De los logros que sin decir nada has conseguido.
De las batallas internas y externas a las que te has enfrentado. De que después de cada caída, de cada desengaño personal, profesional, aún con heridas en los codos te has levantado, has respirado hondo y has decidido seguir andando.
Aunque doliese. Aunque un día llorases y otro el silencio fuese roto por tus carcajadas. Te has puesto una tirita y has seguido hacia adelante.
Llega un día en el que comprendes que cada uno es como es. Incluso uno mismo. Que puedes llevar a un caballo al agua, pero no puedes obligarlo a beber.
Y ese día decides que te encantas.
Y que lo que hay, es lo que hay, que ni quieres ni vas a fingir ser quien no eres...
Y sientes que podrías llegar a lo más alto...
Y seguro que puedes...
:-)
Gracias a todos por entretener sus días conmigo, me hacen feliz.
Ilustración, Jordi Labanda
(26-03-15)
Me ha encantado toda la razon!!besos
ResponderEliminarMuchas gracias!!!
EliminarBesotes!!
Y descubres a Raquel y piensas de ella lo mismo que yo, y me das la razón que tantas veces me quitabas con un "no es para tanto". Y no usare el tan condescendiente " te lo dije", tan solo me sentaré en mi sofá con una taza de té y disfrutaré de tu blog.
ResponderEliminarB7s.
Muchísimas gracias por tu comentario Chimo, me han encantado...
EliminarBesitos
Han sido muchos años esperando a esa Raquel. No tienes ni la menor idea de lo feliz que me hace leer esas palabras. Esas son las palabras Raquel. Esa es la mentalidad cariño. Espero que viendo la vida desde otro prisma alcances todo aquello que sin duda alguna te mereces y que la puñetera vida te regatea. Sin duda, no conozco a nadie que lo merezca más que tú. Te quiero mucho prima. Un besazo.
ResponderEliminarComo diría el rey, me llena de orgullo y satisfacción leer esto jajajajaja...bueno, esperemos que sí, que las cosas vengan...sobre todo cosas buenas.
EliminarMuchas gracias, me gusta mucho leer eso que has escrito.
Un besote!!!