jueves, 24 de abril de 2014

El brunch y el taller...

   Señores, la semana pasada fue mi cumpleaños.
Y he comprendido que este va a ser un buen año. Sí, como la película pero sin Russel Crowe.
Y ya no sólo porque lo decidí cuando acabó 2013 que fue fatal, sino por los años que cumplo. Porque como saben, soy algo supersticiosa y este año la cifra de mis años, incluye mi número preferido, así que...
(Que menuda tontería?, bueno...pero yo no juzgo sus tonterías verdad?...pues ya está...déjenme con mi locura...como decía esa frase... "Estoy loco, allá los cuerdos con su educación". Además, supersticiones y manías varias tenemos todos...y el que este libre de ello que tire la sal en la mesa...).
Cómo?, no, no voy a decirles cuántos años cumplo... Yo tengo los años que ustedes crean que tengo...y si creen que son demasiados, pues me quitan alguno... ;-)
   Lo que les decía, que este va a ser un gran año.
Sí...y empecé celebrándolo con E haciendo un "brunch". Que es un almuerzo como los de toda la vida, pero dicho de manera ideal...(golpe de melena)...
Es que ahora que me han regalado unas gafas de estas de pseudo azafata del un, dos, tres ya soy otra..., otra más ideal, o sea, ideal ya era, pero ahora más. Y voy a sitios que hacen "brunch"...(golpe de melena, otra vez)...
       

Y ustedes dirán, pues irá a una cafetería cualquiera...
Pues no.
Porque es una cafetería, pero no es cualquiera. Es una que tiene sillas desiguales y aire francés, porque estas cosas tienen que ser así.
Tienen que ser así para darle el "toque". Lo más importante es lo de las sillas, no puede haber más de dos iguales.


Y claro que no podía pedirme unas tostadas yo tenía que pedir tortitas porque tenía antojo y porque cuando uno va a estos sitios a de pedirlas...(Bueno, ustedes no, pero yo sí, dejen de llevarme la contraria mentalmente)...
No quiero ni contarles cómo estaban las tortitas...No lo ven, pero llevaban jarabe de arce, que como no lo había probado nunca, pues dije, ya va siendo hora de que empieces a probar cosas nuevas...(sin pasarnos, eso sí...).
   Otra cosa he de decirles, este año sí que he tenido tarta. Porque lo de la tarta es importante. Porque yo digo una cosa, si no hay tarta no es lo mismo.
Y me han felicitado un montón de personas. Algunas lo han hecho porque el "face" se lo ha recordado. Por felicitar, me ha felicitado hasta mi ex. Que yo no digo nada. Ni para bien ni para mal. En este sentido he decidido que voy a ser muy aséptica. Bueno, diré como la canción..."...ay amor-e....ya no me quieras tanto..."...
   En fin...a lo que íbamos.
He recibido, además, varios regalos, entre ellos un par de bolsos. Porque los bolsos son como la sal de la vida, son como los zapatos, necesarios...nunca hay suficientes.
Eso sí, el regalo más curioso ha sido una invitación a un taller de cocina.
(Ahí lo dejo, ya me conocen, no les digo nada y se lo digo todo).


   Así que hice lo que tenía que hacer...ir con E con la esperanza secreta de que nos den un gorro de cocineras, porque a mí los complementos me encantan...y yo quiero un gorro de cocinera para no usarlo y un delantal de esos que son enormérrimos y me darán dos vueltas...
 "Porque la cocina es una de las formas de hacer felices a los demás..."...decía la invitación...
Bueno...no lo voy a poner en duda...pero también lo es un vestidor...en fin...que yo no entiendo a mis amigos...no sé porqué han de regalarme cosas así.
   Nada más llegar una comprende que no comprende nada...(y ya no les cuento de utensilios de cocina y alimentos...)...
Y yo no digo nada señores, pero no me dieron gorro. Ni pañuelo para sujetar el cabello...de verdad eh?...
Pues no lo entiendo, el señor que maneja el cotarro lleva uno. Que por cierto, no le pega nada con el "uniforme" de cocinar ese que lleva, pero bueno...
Empieza a explicar que, para variar, vamos a darle una vuelta al taller y empezar por el final, es decir, por el postre y los siguiente días los otros platos.
Teniendo en cuenta que el postre es lo que más me gusta, me parece perfecto. Además, he de decirles que estaba preocupada por no saber qué íbamos a cocinar. Es bien sabido que no cocino nada que me de asco físico y/o asco tocar.
   "Vamos a hacer una mousse de café con mascarpone", dijo el chef...(resulta que se llama chef, no señor que maneja el cotarro)... Y yo a E..., "con quién?"... Y E a sotto voce, "es un quesooo...", entonces llegó el señor que maneja el cotarr...,el chef y me dice, "el Mascarpone, es un queso". Y yo, con mi cara de no haber roto un plato en mi vida..."nunca he probado el mascarpone". Entonces el chef que maneja el cotarro me miró muy extrañado..."no me lo puedo creer"...
(No sé porqué no se lo puede creer, hay muchas cosas que yo tampoco me puedo creer y ahí están...tsssss)...
   Empezó a explicar cómo iba a ser el postre, mientras una mujer interrumpe nuestra atención porque quiere saber cómo alguien que no conoce el Mascarpone ha acabado allí.
Ha sido un regalo de cumpleaños, le aclaro.
"Esta juventud de ahora que no cocina y sólo sabéis comer pizza y hamburguesas de esas..."...
(La señora es de estas tipo, me apareces en casa y no tengo nada pero en un santiamén te preparo un té y te horneo unas galletitas que acabo de hacer, y no dejes ni una miga en el plato).
Sonrío a la mujer por dos motivos, el primero es que se refiera a mi como "juventud de ahora", el segundo que crea que sólo como pizza y hamburguesas de esas...(no puede estar más equivocada)...
(Creo que si le digo que el año pasado probé por primera vez el vinagre de Módena le da algo, le da algo a ella y al señor chef, que no sé porqué no deja de mirar los movimientos que hago)...
El mousse parece tener una pinta fabulosa y nuestro sitio está prácticamente impoluto. Bien por nosotras.
   Debo decirles que al acabar, nos juntamos alrededor de la mesa a comer nuestro postre, que por cierto estaba buenísimo, mientras unos y otros hablaban de cocina...y yo escuchaba muy callada.


Casi no participo de la conversación, no como E, que está encantada hablando con unos y otros... :-) .
Yo casi me siento un poco impostora...todas esas personas hablan del placer de cocinar y disfrutar de lo cocinado...de que disfrutan comiendo...y yo no reúno el valor para llevarles la contraria. Francamente son muchos y podrían conmigo. No me nace decirles que yo aún no he descubierto ese placer del que hablan, que no sé qué alimentos es mejor combinar ni con qué vino...que me da un poco igual comer...
 "Te espero en el resto de las clases, me dice el chef, no he dejado de observarte, por como cocinas y manejas los alimentos, me parece muy interesante que para ser una persona a la que no le gusta comer, te guste cocinar."
Oooooj... o_O
"Y vas a ir?", me pregunta A mientras le estoy contando la aventura por teléfono...
"Claro...siempre que no quiera que cocinemos cosas que sean desagradables de tocar..."..."sabes que eso no lo puedes decir delante de nadie no?"..."noooooo...yo nunca haría eso...simplemente esperaría que lo cocinase otro. Otra persona hace el esfuerzo de cocinar y yo hago el esfuerzo de comer..."..."ja, ja, ja...sí, siendo tú, comer es un esfuerzo...".
   Pues ya lo ven...una nueva experiencia. Ya les contaré cómo son las próximas clases...a ver qué cocinamos...(por dios, que sea una ensalada...)...


(24-04-14)

No hay comentarios:

Publicar un comentario