lunes, 20 de agosto de 2018

Se dice, se comenta...

   Señores, lo confieso.
Leo revistas de esas llamadas "femeninas". Sí. Y también veo comedias románticas. Y ha pasado que a veces hasta me las he creído...era más joven eso sí. Sí hombre, como cuando ustedes fueron engañados a ver la película de Grey y cuando acabó no solo se dieron cuenta de que se habían tragado un pastelón sino que además al llegar a casa no iban a jugar como el Sr. Grey lo hacía...
Que eso no es por ustedes, no estoy generalizando, es porque no tienen las mismas herramientas que él.
Herramientas para jugar...
El caso es que soy tan típica que el año pasado me hice mechas rubias, luego me puse un tinte cuando la raíz creció demasiado y del sol se me ha aclarado mi castaño natural y a ratos soy rubia y a ratos castaña.
En el pelo también.
Con esto, si me esta leyendo algún hombre, supongo que se habrá hecho una idea primaria de cómo soy. Pues no. En persona soy más divertida. Y tengo de largo mucho más sarcasmo del que aquí gasto.
Les comprendo, leer ciertas revistas cataloga de por sí a la persona. Yo lo entiendo ¿eh?, soy la primera que ve a un hombre leyendo un periódico deportivo y ya me creo que es de un equipo de fútbol determinado.
   La cuestión es que en este tipo de revistas se plantean cosas importantes y cosas MÁS importantes todavía.
Las más importantes todavía son del tipo, "qué moño hacerte en verano".
A mí este tema me interesa mucho. Sobre todo porque tengo el pelo tan lacio que no puedo hacerme más que una coleta o enroscar una coleta en forma de moño y atarla con una goma de esas que parece un cable de teléfono antiguo porque además de que no dejan señal son las únicas que sujetan. Tengo el pelo tan lacio que cuando empecé a trabajar en "la casa grande", el triangulito, una compañera me preguntó si me planchaba el pelo a diario.
(Como si no tuviese nada mejor que hacer que estar perdiendo ahí tres horas de mi vida cuando puedo estar leyendo un libro, que es otra de las cosas que me gusta leer además de las revistas ya comentadas.)
Entre los temas importantes está, sobre todo en redes porque hay que llenar espacio y contenido, uno por el que se debate mucho.
Se dice que se debate mucho en la calle. Yo que trabajo en verano, sin moño y aunque mucha gente no se lo crea, como las personas esas tan amables que se ponen debajo de mi casa con su música de mierda para que la oigamos todos los vecinos, sea un lunes, sea un sábado, no veo ese debate.
De hecho, leo los comentarios cuando lanzan la pregunta de rigor que encabeza el link que te lleva al artículo y yo lo que ponen ahí las personas, no lo veo.
   El tema no es otro que el siguiente. "¿Lactancia materna o biberón?."
¿Ustedes se creen que los políticos discuten?, no, no. Ahí sí que se discute en los comentarios. Tú te pones a leer lo que ahí escriben unas personas y otras y echas la tarde si tienes wifi. Porque como no tengas olvídate y ponte a leer lo de los moños.
Unas cosas...que yo digo, ¿pero será capaz el ser humano de meterse donde le importa y no donde no le han llamado?.
Pues no. No es capaz.
Las mujeres que dan el pecho quieren que todas den el pecho. Y las que dan biberón quieren que les dejen dar el biberón.
Y por si me está leyendo alguna madre que aún no se ha tomado una copa de sentido del humor porque está dando el pecho y no puede beber, le diré que lo hay sin alcohol y sobre todo que NO LO DIGO GENERALIZANDO.
Yo por ejemplo no obligo a mis amigas a que se hagan mechas. Y estas mujeres TAMPOCO obligan a las otras mujeres a dar el pecho. Todas no.
Luego hay otras, que son como la santa inquisición y sí. No solo te dicen que es lo mejor para el bebé, que sin duda lo es. Sino que además si decides optar por otra opción se toman la libertad sin ser llamadas a ello de cuestionarte.
Qué bonito.
Que a mí también me pasa ¿eh?, a veces me cuestiono porqué la gente pudiendo vestir bien, lo hace mal.
   Otra cosa que me llama poderosamente la atención de estos debates entre madres, no madres, biberones y lactancia materna es que las mujeres que dicen que dan el pecho, se sienten observadas. Que en la calle cuando alimentan a sus hijos las miran mal.
Pues yo debo vivir en otro planeta, que no lo pongo en duda porque en ocasiones lo hago, pero yo he visto a señoras pagando con tarjeta y sin poder firmar en la casa grande porque estaban dándole de comer a su hijo y demostrándose a sí mismas que una cosa no quita la otra y que no necesitan para nada una sala de lactancia creada y pensada especialmente para estas situaciones y oigan, nadie las miraba mal, al contrario, lo único que hacía mi compañera era facilitarle el terminal para firmar a la señora porque con todo no se puede.
Porque priorizar una compra a la alimentación de tu hijo es una tontería cuando eres mujer y sabes hacer dos cosas a la vez.
Hacer dos cosas a la vez, señores, es por ejemplo...a ver cómo se lo digo para que ustedes lo entiendan que he oído por ahí que no saben hacer dos cosas a la vez. Pues es hacer una cosa, o sea ustedes están con las bolsas de la compra ¿no?, lo que te dan en el supermercado previo pago de su importe porque así contamina menos, cuando vas a comprar comida...bueno cerveza y entonces a la vez que llevas las bolsas pues por ejemplo hablar por teléfono.
¿Lo hemos entendido todos no? Pues eso.
   Que se dice, se comenta, que cuando están en la calle, en el parque o donde sea la gente las mira e incluso las increpan.
Y yo que trabajo en una calle muy concurrida de mi ciudad no he visto nada de eso. Sí, yo es que puedo trabajar y mirar a la vez. Y a veces hasta hago más cosas. El otro día sin ir más lejos, había una señora dándole el pecho a su hijo en plena calle donde yo trabajo, que como ya les he dicho es una calle muy concurrida, llena de tráfico, polución, coches pitando, ambulancias que pasan cuando no pasa la policía...vamos el sitio perfecto para darle el pecho a tu hijo y demostrar que ser madre y alimentar a tu hijo de manera natural no está reñido con la vida cotidiana. Y yo de verdad que no vi a nadie que increpase a la señora, ni que la mirase ni bien ni mal. Las personas pasaban por su lado sin más.
Ojo, no vamos a comentar que es un acto en el que el niño, se supone, ha de estar tranquilo y no tragándose todos los humos y toda la contaminación que genera una calle con una afluencia de tráfico importante. Yo imagino que eso a un bebé le da igual, o sea que no has de quedarte en tu casa pero vamos si puedes ofrecerle un ambiente más tranquilo que una calle con todo su tráfico a plena hora punta...pues eliges quedarte en un banco de la calle que andar tres pasos más y sentarte cómoda en una cafetería. (Que en la calle estás igual, tu propósito de visibilizar la lactancia materna se está consiguiendo igualmente).
   También se dice, se comenta mucho que cuando van a sitios a comer, a cenar, a almorzar a las personas también les molesta este acto.
Pues ¿qué quieren que les diga?, yo iré a comerme las tostadas con aguacate a sitios extraños, pero a mi lado había una señora dándole el pecho a su bebé y yo seguía con mi tostada haciéndola a trozos porque con la ortodoncia no puedo comer como quiero.
Que también puede ser que estas señoras que dicen sentirse agraviadas deben estar más preocupadas mirando que las miren que en lo que tienen que estar, que es en su bebé.
   El caso es que ese debate está ahí rellenando nuestro hueco en redes entre los últimos peinados y la última tontería de nuestro ex que aún no sabemos porqué pero lo seguimos teniendo en el grupo de "amigos".
   ¿La solución?, ninguna. Que cada madre haga lo que considere oportuno para su hijo, la que quiera adoptar la postura de la lactancia materna que la adopte sin imponerla y las que quieran optar por el biberón que hagan lo mismo sin ser menospreciadas por nadie porque no por eso son menos madres.
¿O es que cuando se pare por cesárea no eres madre igualmente aunque no hayas parido de manera natural?.
Sea como sea, tómense la vida con humor, que no van a arreglar nada tomándosela de otro modo.
Los quiero, me adoran.
(Ya sé que todos no pueden adorarme...tranquilos, que yo tampoco quiero a todo el mundo...)



R.
20-08-18